Por más de 50 años ha permanecido funcionando la caseta de venta ubicada sobre la banqueta en la avenida Ávila Camacho, justo donde estuvo la terminal de autobuses.
La señora Olivia Linos Rojas, quien desde hace poco más de 20 años trabaja en esa caseta, explica que antes, hace unas cinco décadas, funcionó como terminal de taxis, después, por muchos años más fue un expendio de tamales y atoles. Actualmente, ella vende periódicos, revistas, dulces y frituras, entre otros productos.
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¿Cuál es la historia de la caseta de Ávila Camacho?
Originaria de Jalacingo llegó a Xalapa en busca de un mejor futuro. Recuerda que primero rentó la caseta que estuvo abandonada por mucho tiempo, después de años pudo comprarla porque su propietaria ya era mayor, así fue que inició su negocio.
Al estar ubicada en una de las avenidas más importantes de la capital, comenta que pensó que sería y buen negocio, “porque es una vía por la que camina mucha gente, que es paso a la zona centro y efectivamente ha sido un negocio que le ha permitido sacar adelante a su familia, sin embargo, ha habido momento de muy bajos ingresos para ella”.
Durante la pandemia recuerda que no hubo un día en que no la abriera. “Aquí me la pasé atendiendo el negocio, no nos fue bien, pero había que trabajar y aguantamos ese largo tiempo trabajando y vendiendo nuestros productos”.
Desde el comienzo de su trabajo en la caseta, comenta que vende periódicos y revistas, dulces, chocolates y pequeños juguetes y globos para los niños que pasan por la calle. Así empezamos y seguimos trabajando con mi hijo.
Comenta que las ventas están muy bajas. “Es increíble pero noto que pasa menos gente, como que en estos meses hay menos actividad comercial en la zona, porque muchos comercios grandes han cerrado”.
Espectadora de las situaciones que ocurren a su alrededor, dice que cierra antes de las 7 de la noche, “porque pese a que es una zona céntrica hay lámparas del alumbrado público que no prenden y se vuelve un poco peligroso permanecer en la calle”.
“Ojalá y se reactive la actividad comercial en esta avenida Ávila Camacho, por esta zona entre los Tecajetes y el Parque Juárez, porque insisto que anteriormente tenía más vida comercial, ahora todo está apagado”.
Indica que su caseta de venta sigue funcionando porque es el sostén de su familia y porque seguirá atendiendo mientras tenga fuerzas, “porque es parte de mis recuerdos y me permitió emprender cuando más lo solicité”.
Sonriente y optimista dice que espera mejores tiempos. Que regrese la actividad comercial a la zona que ahora parece detenida, “más por las noches en que se siente un poco concurrido". Espero con ansías que regresen los tiempos en que haya más personas circulando y comprando por aquí”, concluyó.