¿El chile jalapeño realmente es de Xalapa? ¿Dónde lo cultivan? Investigadores explican que el nombre tiene sus orígenes en el centro histórico de la capital del estado, donde funcionó durante varias décadas una empacadora que se hizo famosa a nivel internacional.
Primero en escabeche y después, rellenos de atún, bacalao, sardina, carne, salmón y queso, los chiles adquirieron el nombre de la Empacadora “La Xalapeña”, aunque entonces y ahora, también son conocidos como cuaresmeños, gordos, guachinangos o chilchotes.
En charla, la antropóloga y cocinera tradicional Raquel Torres mencionó que los jalapeños se enlataron, empacaron y mandaron al mundo desde esta ciudad, por lo que sí tienen como cuna a la también llamada “Ciudad de las Flores” o “Atenas Veracruzana”.
¿Cuál es la historia de la Empacadora “La Xalapeña”?
En 2013, la antropóloga cuenta que entrevistó a Mario Jiménez Cabrera, hoy ya fallecido, pero quien fue el último dueño de la empacadora, la cual tuvo dos etapas y estuvo en funcionamiento entre 1908 y 1990.
Comparte que hace 11 años, el comerciante le dijo que los chiles jalapeños rellenos surgieron como una variedad para el turismo; los llevaban como recuerdo.
“No sembrábamos chiles en Xalapa, estos pudieron haber sido enlatados en otras ciudades, pero yo, nosotros, los hicimos y los empacamos. Digamos que había el nombre Chiles, pero el apellido se lo pusimos nosotros, porque de aquí somos y aquí nacieron”, fue la respuesta obtenida por la fundadora del taller El Acuyo.
En charla del primer Festival del Chile Xalapeño, Alejandro Mariano Pérez y Jorge Díaz Bartolomé también revelaron datos importantes, como la procedencia del chile que se empleaba en el siglo pasado: eran de Yecuatla y Piedras Negras, en La Mixtequilla.
En la industria de las conservas mencionaron al señor Vicente Jiménez, quien se estableció en un negocio de la calle Zamora casi esquina con Carrillo Puerto para vender chiles, conservas y abarrotes.
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Pasado un tiempo, empezó a expender los chiles en vinagre, elaborados de manera artesanal y local, en barricas y en venta a granel.
Vicente tuvo seis hijos y tras su fallecimiento, fue su descendiente Narciso quien compró una propiedad en la esquina de Juárez y Azueta para abrir una fábrica de chiles jalapeños en escabeche, pero ahora enlatados.
En aquellos tiempos, para el enlatado, compraba las láminas y creaba las latas, en un trabajo de creatividad e ingenio, pues no existía la tecnología necesaria.
Información del cronista de la ciudad expone que además de los chiles verdes, también vendían los maduros, los chiles chipotles dulces, adobados y escabechados.
“Las presentaciones eran en latas de 110 gramos, 400 y 800 gramos que se empacaban para su distribución en cajas que contenían 48 latas con todas sus variedades”.
Detallan que fue su hermano Mario Jiménez Cabrera el encargado de lograr la proyección internacional. Además, él inició la venta de chiles serranos y aceitunas.
En los 90, vendió la empresa a Antonio Ballesteros, quien la reubicó a un costado de la carretera federal Xalapa-Veracruz, en el fraccionamiento Indeco, pero no hubo los resultados esperados y sobrevino el fin de una historia; era la década de los noventa.
En 2024, las autoridades locales de turismo buscan recordar, mantener y salvaguardar todo aquello que da identidad a los xalapeños; los chiles tienen un papel destacado.
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