En Xalapa cada temporada de estiaje familias se ven obligadas a ingeniárselas para realizar sus labores cotidianas con muy poca agua. Sin embargo, en Xalapa hay agua disponible todo el año, más al alcance de lo que imaginamos.
Antonio Luna Díaz Peón, catedrático de la Facultad de Instrumentación Electrónica y Ciencias Atmosféricas de la Universidad Veracruzana (UV), indica que en Xalapa sí hay agua y suficiente para abastecer a los ciudadanos sin que ésta se tenga que traer de otras partes.
¿Dónde está el agua?, en la atmósfera. Basta con salir por las mañanas a caminar, o al atardecer, para regresar con la ropa húmeda del clásico rocío. Más aún, en la ciudad llueve, hay ríos subterráneos y los pulmones de la ciudad, como el Cerro de Macuiltépetl, son grandes captadores de agua provenientes de bancos de neblina que llega del Golfo de México y que reabastecen los mantos acuíferos.
Es decir, para el meteorólogo, que Xalapa padezca escasez de agua se debe al desinterés y desconocimiento de autoridades y ciudadanía.
Lluvia, desaprovechada
Luna Díaz Peón indica que el gran aliado de Xalapa es la lluvia, de dónde podríamos abastecernos de tener una cultura de captación de agua.
“Xalapa tiene una precipitación normal anual de mil 450 milímetros, es decir, mil 450 litros por metro cuadrado; tenemos suficiente agua para que ni si quiera necesitáramos importar agua de otros lugares y mucho menos de otros estados”, indica el doctor en Desarrollo Regional Sustentable.
Agrega que “si tuviéramos una cultura del agua que nos llega de la atmósfera, esto es, tener una cultura de captación de agua de lluvia, eso nos llevaría a que no necesitaríamos ni si quiera de una red pública de agua, y ésta sería solamente para zonas que no tienen la capacidad de captación, como edificios públicos, zonas de departamentos, donde no tienen el espacio para ello”.
Señala que en Xalapa llueve la cantidad de agua suficiente para satisfacer la demanda de aproximadamente unos 650 mil a 700 mil habitantes, por lo que es hora de repensar la manera en que podemos aprovechar los recursos naturales sin que haya un impacto negativo en el medio ambiente.
“Los xalapeños en promedio gastamos 188 litros de agua diarios-- cercano a la media nacional, que es de 250 litros--, es decir, que en una casa de interés social de 90 metros cuadrados, por captación de lluvia, una familia de cuatro personas podría tener agua durante todo el año”, indica.
Antonio Luna, quien es integrante del Centro de Investigación Atmosféricas y Ecológicas de la UPAV, señala que un sistema de captación de agua no es tan caro como se piensa, y que una familia promedio puede implementarlo en su techo o patio.
Indica que una familia vería recuperada su inversión en cinco años tomando en cuenta lo que pagaba por el servicio de agua al año, esto además de que no tendría que sufrir por los tandeos.
Inundaciones no sorprenden
El académico señala con la llegada de las lluvias hay zonas de Xalapa que se inundan, y que hay población que se dice sorprendida porque en 10 o 15 años que ha vivido ahí no pasaba; sin embargo, esto es porque en su origen esas zonas eran cuerpos de agua y en un periodo de baja precipitación se secó, permitiendo que las personas invadieran el sitio.
“Las personas ven un terreno seco y van y se meten; entonces nosotros somos los que inundamos estas zonas con concreto e impermeabilizamos; la llenamos de casas, de gente, y entonces cuando llueve el agua ya no tiene dónde infiltrarse; entonces el agua sigue un cauce, que serían las calles que hemos hecho; por eso que no nos espante que ahora las calles alcancen uno o dos metros de altura cuando llueve”, indica.
Para el experto en climatología, que Xalapa se inunde tiene que ver con que no sabemos convivir con la naturaleza, y somos nosotros quienes inundamos el paisaje y lo modificamos, sin percatarnos el problema futuro que se está creando.
Indica que es necesario que la población tome conciencia de la necesidad de ser participativos, de cuidar el medio ambiente y realizar acciones para aprender a ser autosustentables.
Indica que las áreas naturales son vitales para seguir teniendo agua y ejemplificó que pulmones de la ciudad, como el cerro de Macuiltépetl, captan los bancos de neblina que vienen del Golfo de México, y por simple saturación recarga los mantos acuíferos, permitiéndonos seguir teniendo agua disponible.
Finalmente, Antonio Luna llama a apostar por una vuelta a la comunidad, a tejer redes solidarias entre vecinos y hacernos cargo de la parte que nos corresponde para cuidar el medio ambiente.
“Tendríamos qué hacer la red social de La escoba, es decir, que como antes, salgamos en la tarde con nuestra escoba a barrer nuestro frente, lo que nos corresponde de la calle y mantener limpio, y además así conocer al vecino”.