Ciencia y luz | La Batalla Contra la Malaria

Riesgo puede incrementar durante la temporada seca o en áreas de refugio para migrantes

María López y  Gabriela Pereira/ Colaboración

  · sábado 9 de noviembre de 2024

Señalan que es necesario controlar los espacios donde el mosquito puede reproducirse / Foto ilustrativa Ricardo Martínez / Diario de Xalapa

La malaria (o paludismo), es una enfermedad grave causada por parásitos transmitidos a los humanos a través de la picadura de mosquitos infectados del género Anopheles. Esta enfermedad representa un serio problema de salud pública, cobrando anualmente cerca de un millón de vidas, afecta principalmente a niños menores de 5 años, mujeres embarazadas y personas con deficiencias en su sistema inmunitario.

Afecta principalmente a regiones tropicales y áreas empobrecidas como África, India y Latinoamérica. En América, la malaria es endémica en 21 países, afectando al 30% de la población. En México, el 16.6% de la población está en riesgo de contraer malaria. A pesar de que el paludismo se puede prevenir y tratar, sigue causando efectos adversos a la población mexicana.

En 2022, se confirmaron 118 casos de malaria en los estados de Chiapas, Campeche, Chihuahua, Tabasco y Sinaloa. La Secretaría de Salud de México indicó que la transmisión del paludismo es únicamente a través de la picadura del mosquito infectado. Estos mosquitos se crían en aguas dulces de poca profundidad, como ríos, lagunas, charcos o estanques pantanosos.

La propagación de la enfermedad está relacionada con condiciones climáticas que favorecen la supervivencia del mosquito, como la altitud sobre el nivel del mar, la temperatura ambiente y la humedad. Este riesgo puede incrementar durante la temporada seca o en áreas de refugio para migrantes.

indican que acciones preventivas son importantes / Foto ilustrativa Ricardo Martínez / Diario de Xalapa


Los síntomas aparecen entre 10 a 15 días después de la picadura del mosquito, aunque en ocasiones puede extenderse hasta 12 meses después de la infección. El paludismo no se transmite directamente de persona a persona por contacto directo, pero sí puede ocurrir a través de una transfusión sanguínea, la donación de órganos o el uso compartido de agujas contaminadas. Además, puede transmitirse de madre a hijo durante el parto.

Enfermedad puede ser severa

Los profesionales de la salud indican que los síntomas inicialmente se manifiestan con malestar general y fiebre persistente durante varios días. Posteriormente, pueden presentarse escalofríos, aumento de la temperatura corporal, náuseas, debilidad muscular, dolor de cabeza, vómitos, tos, diarrea y dolor abdominal. Si no se toman las medidas adecuadas lo más pronto posible, la enfermedad puede evolucionar a una etapa más severa, dando lugar a complicaciones graves como convulsiones, insuficiencia renal y hepática, anemia severa, coma e incluso riesgo de muerte.

El diagnóstico de la malaria consiste en la toma de una muestra de sangre de la persona infectada, con el fin de detectar la presencia del parásito mediante las técnicas parasitológicas de laboratorio, así como el uso de tiras reactivas de prueba rápida y la serología. Estas pruebas se realizan especialmente en áreas remotas donde el uso de microscopio puede ser limitado.

El tratamiento específico para esta enfermedad consiste en la administración de cloroquina y primaquina, se otorgan en las Unidades Médicas, bajo la supervisión de personal especializado. Es importante destacar que tanto la prueba diagnóstica como el tratamiento son proporcionados de manera gratuita.

La organización Panamericana de la Salud recomienda medidas preventivas para disminuir el riesgo del paludismo. Entre ella se incluye el uso de mosquiteros en puertas y ventanas, así como pabellones para evitar que los mosquitos accedan a las viviendas. También, el uso de insecticidas y repelentes para disminuir las picaduras de moquitos infectados. Estas acciones son fundamentales para proteger a la población de la trasmisión de esta enfermedad.

En los últimos cuatro años, el número de casos en México ha disminuido un 69.8%, gracias a las acciones del Centro Nacional de Programas Preventivos y Control de Enfermedades de la secretaria de Salud, la participación del Gobierno, la colaboración de las entidades estatales y el compromiso del personal voluntario, quienes contribuyen en la toma de muestras y detección de casos.

Siguiendo este camino, México podría convertirse en uno de los siete países del continente americano que logre erradicar la transmisión autóctona para 2025.

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