Con 31 mil pacientes en México durante 2020 y más de 10 millones de casos anuales a nivel mundial, la tuberculosis es la otra pandemia. Una enfermedad olvidada que también es preocupante y requiere acciones para su atención, indica el maestro en Ciencias de la Salud, Luis Alfredo Rendón Bautista.
El ganador del Premio Arte, Ciencia, Luz de la Universidad Veracruzana en nivel maestría, indica que uno de los grandes retos es que esta bacteria tiene al menos siete linajes distintos y de ahí se desprenden diversos sublinajes, lo que hace difícil tener un diagnóstico exacto y por tanto un tratamiento focalizado de la bacteria Mycobacterium tuberculosis, causante de la tuberculosis (TB).
EL PANORAMA
La TB es una enfermedad pulmonar que origina tos seca, fiebre, expectoraciones sanguinolentas, pérdida de peso y en casos graves la muerte. A nivel mundial en 2020 se registraron más de 1.5 millones de fallecimientos por esta causa.
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“Hasta antes del Sars cov 2, la TB era el agente infeccioso que causaba más muertes, lo cual se vio modificado ahorita por el coronavirus; pero la tuberculosis es la pandemia olvidada, porque que a pesar de que existen programas de salud pública para atender a los pacientes, el agente biológico que la origina tiene unas capacidades evolutivas increíbles de adaptación, que le ha permitido seguir vigente, sobrevivir tantos años y ser resistente a los antibióticos”, explica Rendón Bautista.
Agrega que, pese a que toda la atención está volcada en atender al Covid, el tema tuberculosis es muy necesario: “la TB sigue y seguirá, porque ha estado presente desde el origen del ser humano, se habla de un fenómeno de coevolución: evoluciona el ser humano y lo hace la bacteria, por eso se hace tan complejo su tratamiento”.
Abunda que la movilidad de las personas ocasiona también la movilidad de la bacteria, por lo que, aunque en México la TB que predomina es la del linaje Euroamericano, ahora es posible encontrar cepas altamente contagiosas e infectantes.
BACTERIAS CONTRA ANTOBIÓTICOS
Rendón Bautista indica que uno de los problemas principales para atacar la TB, y en general a todas las bacterias, es la resistencia a los antibióticos, porque las bacterias evolucionan y se adaptan.
“Es decir, el antibiótico que antes se usaba para una bacteria “x”, ahora ya no funciona y hay que usar nuevos y más potentes y lo más probable es que la bacteria termine generando una resistencia. Y esto viene a raíz de un mal manejo de los antibióticos”, sentencia el también docente.
Indica que el antibiótico se administra al paciente, pero sin saber en realidad qué bacteria le está atacando y eso es lo que genera resistencia: “La TB es compleja de eliminar precisamente porque al tener una diversidad genética tan grande, cada sublinaje presenta una susceptibilidad específica a un antibiótico”.
Descarta que esta situación se deba a una falta de capacitación de médicos a la hora de recetar un antibiótico para atacar la bacteria, sino a que las herramientas para identificar exactamente qué cepa es no está disponible de manera popular en cualquier laboratorio o centro de salud del país.
De acuerdo con datos de la Organización Mundial de la Salud, en México en 2020 se tuvo una incidencia de 31 mil pacientes de TB; 24% de los casos nuevos que se diagnosticaron presentaron resistencia a un antibiótico.
LA PROPUESTA
Aunque en México hay una tradición de investigación sobre la TB, el maestro en Ciencias de la Salud indica que aún hay pocos avances en torno a la identificación de los sublinajes de la bacteria, por lo que tratar al paciente no es tan eficaz como se requiere.
“Desde ese punto es complejo su manejo porque, aunque se tiene un esquema de tratamiento (contra la TB), no se está tomando en cuenta particularmente la diversidad genética que hay. En México apenas es un tema que se está estudiando y es importante abonar a ello”, indica.
Rendón Bautista ganó el Premio Arte, Ciencia, Luz del Área Académica de Ciencias de la Salud, por su trabajo recepcional “Caracterización por medio de secuenciación de genoma completo (WGS) de aislados clínicos de tuberculosis presentes en el occidente de México”, con su trabajo la intención es identificar qué sublinaje es el que está infectando a un paciente e identificar así cuál es el antibiótico que le va a funcionar mejor.
Su trabajo está basado en una herramienta denominada secuenciación de genoma completo; para comprender esto primero hay que recordar que todos los seres vivos tenemos información genética, en este caso el ADN, que está conformado por cuatro bases químicas (letras): adenina (A) guanina (G), citosina (C) y timina (T). El número y acomodo de esas letras es lo que nos da identidad como seres vivos.
Rendón explica que lo que hace la herramienta de secuenciación es extraer el ADN de un ser vivo y obtener toda su secuencia, que es a lo que se le denomina genoma.
EL IMPACTO DE GENOMA
“En mi caso lo que yo trabajé fue tomarle una muestra a mi paciente con TB, aislar la bacteria, extraer el ADN, se purifica y se procesa para secuenciación, para conocer esa cadenita; y entonces trabajamos con la secuencia del genoma de la bacteria que está infectando al paciente; a partir de ahí identificamos cuatro cosas: a qué sublinaje pertenece o qué variante está infectando, ver cómo estaba relacionada las variantes de esos pacientes, identificar los genes que potencialmente nos identificarían la susceptibilidad a un antibiótico y por último identificar cuál es la dinámica o cadena de contagio, es decir, quién contagio a quién”, explica.
Nos dice que identificar los genes es de los puntos más importantes, pues con ello se podría generar un abordaje terapéutico mucho más específico contra la cepa de la bacteria que está infectando. Rendón trabajó la secuencia de genoma completo en 32 pacientes con TB del estado de Jalisco.
Destaca que esta herramienta es de gran impacto pues puede servir para atender al paciente, diseñar estrategias de salud pública, de contención, de vigilancia epidemiológica y además, las secuencias obtenidas se pueden seguir trabajando en busca de más datos.
INVESTIGAR, UN RETO
Luis Alfredo Rendón indica que se encuentra orgulloso del reconocimiento obtenido por su Alma Mater por su trabajo a nivel maestría, el cual también obtuvo una mención honorífica en el Foro Estudiantil 2021 del Instituto Nacional de Medicina Genómica (INMEGEN).
Pero para Rendón esta es solo una cadena de hechos que demuestra su esfuerzo, pues el Premio Arte Ciencia y Luz de la UV también lo obtuvo anteriormente a nivel licenciatura.
El joven señala que no es fácil pertenecer a un grupo de investigación, pues no todos los ambientes son adecuados para impulsar las habilidades de cada estudiante, pues en algunos casos, dijo, se cae en la sobreexigencia y presión por entregar con productos terminados para cumplir, dejando muchas veces de lado el objetivo de investigar.
Ante ello llamó a los estudiantes a buscar un equipo de trabajo donde se sientan escuchados y respaldados, pues es la mejor manera de aportar tanto a los demás como crecer en lo personal.
En su caso, agradece el tiempo y consideraciones del doctor Roberto Zenteno Cuevas, director del Laboratorio de Ecología y Salud en el Instituto de Salud Pública, y a la doctora Beatriz Palmeros Sánchez, codirectora del Laboratorio de Toxicología de la Facultad de Biología, ambos de la Universidad Veracruzana.
El agente biológico que la origina tiene unas capacidades evolutivas increíbles de adaptación, que le ha permitido seguir vigente y ser resistente a los antibióticos
Luis Alfredo Rendón Bautista|maestro en Ciencias de la Salud
