De concretarse el plan de la administración de Donald Trump, la operación de la Estación Espacial Internacional que gestiona Estados Unidos, junto con Rusia, Japón y Canadá, podría pasar a manos de privados, lo que cerraría un proceso de privatización del espacio, en donde ya varias empresas ven un enorme potencial de negocio.
El proyecto de presupuesto que presentó el gobierno de Estados Unidos planteaba que Washington dejaría de financiar la estación a partir de 2024, cuando expira el acuerdo de 2014 con esos países para mantenerla operativa. El país, que cubre más de 60% de los costos del proyecto (de más de 160 mil millones de dólares has ahora), dejó ver que este podría pasar a manos privadas “como parte de una operación comercial", señaló en una nota el diario The Washington Post.
En la carrera por los negocios en el espacio varias empresas ya han dado los primeros pasos. La última ha sido Orion Span, una compañía aeroespacial con sede en Texas y California, que este fin de semana anunció un proyecto para colocar en órbita, a finales de 2021, el primer hotel espacial, Aurora Station, que incluirá suites para dos personas, y la mayor cantidad de ventanas posibles para observar el planeta, en un viaje de 12 días por un costo de 9.5 millones de dólares, incluido un depósito inicial de 80 mil dólares.
Orion Span planea el lanzamiento a finales de 2021 y recibir los primeros huéspedes en 2022, para lo cual ya evalúa proveedores de lanzamiento, incluyendo a SpaceX, de Elon Musk, y Blue Origin, de Jeff Bezos, que hace varios años trabajan en proyectos de turismo espacial.
La Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio (NASA) también tiene al menos un prototipo. El año pasado presentó un módulo de estación comercial para ser utilizado como hotel en el espacio, diseñado por un equipo de estudiantes graduados del Instituto Tecnológico de Masachusets (MIT). El hotel tendría ocho habitaciones inflables dispuestas en un círculo conectado a una estación espacial de la NASA al centro.