¿Sabes qué es un microbio? Seguramente pensarás que es un ser vivo diminuto, difícil verlo a simple vista; como por ejemplo una bacteria, un moho que crece sobre el pan y hasta un virus, aunque este último no está precisamente vivo, pero ya hablaremos de ello en otro momento.
Desde niños nos enseñaron que debemos lavarnos las manos antes de comer como una medida de higiene. Cuando hacía mucho frío, a la mayoría nos abrigaban para que el virus de la gripe no nos enviara a la cama con fiebre y dolor de cabeza. También hemos visto cómo se tiran alimentos a la basura donde han crecido hongos de todo tipo de formas y colores, por miedo a comerlos y enfermarnos.
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Si nos damos cuenta, la palabra “microorganismo” casi siempre se asocia a algún tipo de enfermedad. Pues bien, esto no es del todo cierto; aunque no por ello debemos dejar de lavarnos las manos y consumir alimentos frescos, así como ponernos alguna chamarrita cuando esté el chipi chipi en Xalapa, y tomar chocolatito caliente.
Es verdad que muchas enfermedades son provocadas por infecciones de todo tipo. Principalmente por bacterias que no son tan amigables. Pero ¿sabías que en ocasiones los síntomas de una infección son más agresivos porque las personas se encuentran en mal estado de salud; ya sea por malos hábitos de alimentación, falta de sueño y ejercicio o abuso de drogas?
De hecho algunos microorganismos que habitan en nuestro cuerpo son tan importantes, que sin estos seres diminutos no seríamos capaces de sobrevivir. Tal es el caso de las bacterias propias de nuestro sistema digestivo, como los famosos lactobacilos (bacterias del yogurt, queso y leche) que se encargan de digerir parte de los alimentos que consumimos.
Tan necesarios son para nosotros que cuando el equilibrio microbiano intestinal se rompe, y las bacterias malas desplazan a las bacterias buenas, porque hubo una infección –por decirlo así–, en ocasiones solemos presentar diarreas e inflamación (las famosas colitis y gastritis). Por otra parte, ciertos virus que también son propios del sistema digestivo funcionan como pequeños armamentos que atacan a microorganismos extraños.
En el caso de los hongos, muchas veces son utilizados para crear alimentos, como jamones y quesos de sabor fuerte. También se emplean para producir bebidas alcohólicas como cerveza, pulque y vino. Los agricultores aplican diversos hongos para fertilizar sus cultivos vegetales, ya que hay especímenes que lejos de marchitar a las plantas, las ayudan a crecer.
Si esta nota te pareció interesante, recuerda que los microbios o microorganismos no siempre te van a enfermar. Todo dependerá de la manera en la que decidamos vivir y convivir con ellos.