Starship, el cohete que podría ir a la Luna en el 2025 e incluso ser enviado a Marte en un futuro cercano, logró realizar este jueves el lanzamiento de prueba desde Texas. Fue observado con emoción y sorpresa desde playa Bagdad, en Matamoros, Tamaulipas, aunque minutos más tarde estalló.
Aplausos, gritos, y emoción entre la multitud fue lo que se sintió cuando este poderoso cohete despegó en medio de humo y fuego.
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"Mira hijo, eso que está ahí es el cohete", dijo una mamá a su bebé que llevaba en brazos minutos antes de lanzamiento
De acuerdo con residentes de esta región fronteriza, la vista del cohete es mucho mejor desde tierras mexicanas, por lo que texanos optaron por instalarse en esta playa.
Aunque algunas versiones señalan que el cohete explotó, la empresa SpaceX lo calificó como un adelantado desmontaje.
"Cómo si la prueba de vuelo no fuera lo suficientemente emocionante, Starships experimentó un desmontaje no programado antes de la separación de la etapa", informó desde su cuenta de Twitter @SpaceX.
La emoción está en el aire
La nueva ventana de despegue se abrió este jueves durante poco más de una hora, informó la compañía de Elon Musk. El lanzamiento de este gigante se realizó desde Starbase, el puerto espacial de SpaceX en Boca Chica, Texas.
El lunes en la mañana SpaceX aplazó el primer vuelo de prueba debido a un problema de presurización en la etapa de impulsión, según informó la compañía.
El fundador de SpaceX, Elon Musk, dijo que una válvula de presión parecía estar congelada, lo que obligó a posponer el lanzamiento que estaba previsto para después de medio día.
“Anticipamos un mínimo de 48 horas antes de que podamos intentar este vuelo de prueba nuevamente", señaló un empleado de SpaceX en un video en vivo emitido por la compañía.
Musk, también dueño de Tesla, había dicho el domingo durante un evento en la red Twitter Spaces que "es un vuelo muy riesgoso".
"Es el primer lanzamiento de un muy complejo y gigantesco cohete", destacó.
"Hay un millón de formas en las que este cohete puede fallar. Vamos a ser muy cuidadosos y si vemos cualquier cosa que nos preocupe, lo pospondremos", había adelantado.
La nave que la NASA escogió para ir a la luna
La NASA escogió la nave espacial Starship para llevar astronautas a la Luna a finales de 2025 en una misión bautizada Artemis III, por primera vez desde que el programa Apolo finalizó en 1972.
Con su altura de 120 metros, Starship pertenece a la categoría de lanzadores superpesados, capaces de transportar más de 100 toneladas de carga a la órbita. Su potencia de despegue debe ser más del doble que la del legendario Saturno V, el cohete del famoso programa lunar Apolo (111 metros).
Starship consta de una cápsula reutilizable de unos 50 metros de altura que transporta a la tripulación y la carga ubicada en la parte superior del propulsor Super Heavy de primera fase, de unos 70 metros.
La nave espacial y el propulsor Super Heavy nunca han volado en forma combinada, sin embargo ya se han realizado varios ensayos de vuelos suborbitales.
El plan original estableció que el propulsor Super Heavy se debe separar de la nave a los tres minutos del lanzamiento para amerizar en el Golfo de México.
Starship, que tiene seis motores propios, continuará hasta una altitud de unos 240 km, completando casi una vuelta a la Tierra antes de amerizar en el océano Pacífico unos 90 minutos después del lanzamiento.
"Si nos alejamos lo suficiente de la plataforma antes de que algo salga mal, entonces creo que podría considerarlo como un éxito", agregó el magnate. "Solo no explotes la plataforma de lanzamiento", dijo Musk.
SpaceX espera poner en órbita una nave Starship y reabastecerla con otra para que pueda continuar su viaje a Marte o más allá. En tanto, el cohete de Elon Musk, que fue lanzado hasta ahora con éxito -y fue visto desde Matamoros, Tamaulipas-, aunque minutos más tarde explotó.
Publicado en El Sol de Tampico