El videojuego ha transitado de simple medio de entretenimiento a elemento terapéutico de prevención y rehabilitación de efectos adversos de enfermedades crónico-degenerativas, señalaron los especialistas Leticia Neira Tovar y Jorge Martín Gutiérrez.
Resaltaron que también el videojuego resulta útil en los procesos de enseñanza-aprendizaje y como precursor y difusor de la cultura.
En la jornada "Videojuegos, investigación y producción", realizada en la Unidad Cuajimalpa de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), Neira Tovar afirmó que los videojuegos serios pueden contribuir a prevenir síntomas de la diabetes mellitus tipo 2 en las articulaciones, así como padecimientos provocados por un accidente o la vejez.
Además son una herramienta en algunos tratamientos médicos, ya que pueden ser usados en cualquier espacio físico para hacer ejercicio y ayudan a reaccionar ante una situación de temor y ansiedad, lo que demuestra que son provechosos en los trabajos de rehabilitación.
La académica de la Universidad Autónoma de Nuevo León, cuyas investigaciones se centran en métodos de realidad virtual aplicada a problemas de salud y desarrollo de videojuegos, señaló que éstos incrementan la eficiencia del tratamiento y la disciplina del paciente, aunado a beneficios físicos y emocionales en la salud.
Además de que brindan al enfermo diversión y un estímulo al ver que sus movimientos se reflejan usando guantes de realidad aumentada o sensores que ayudan a simular una inmersión, lo que hace de la terapia una rutina entretenida que se realiza con agrado.
De esta manera, el efecto lúdico es incorporado a la salud como una opción para alcanzar una rehabilitación adecuada o como mecanismo de prevención con el fin de acceder a una mejor calidad de vida, destacó.
Neira Tovar mencionó que la incorporación de los videojuegos al sector salud data de poco más de una década en las naciones desarrolladas y en México fueron agregados con la llegada de empresas estadounidenses y japonesas, con las investigaciones multidisciplinarias de ingenieros en sistemas, información y computación, médicos, terapeutas, diseñadores y psicólogos.
El académico de la Universidad de La Laguna, Islas Canarias, España, Martín Gutiérrez, subrayó que si bien hay estudios que señalan los efectos negativos de jugar con estos dispositivos, porque pueden desensibilizar o crear enajenación y adicción, sus consecuencias positivas son mayores porque se transforman para apoyar la educación, los campos de la salud, el arte y la cultura.
En la jornada, convocada por la Maestría en Diseño, Información y Comunicación (MADIC), puntualizó que el proceso de asimilación del conocimiento resulta mayor a través del juego, porque un cerebro relajado, sin escenarios de tensión, aprende más.
Agregó que existe evidencia científica de que interactuar con videojuegos mejora la atención y aumenta el tamaño y el desempeño de partes del cerebro responsables de las habilidades videoespaciales, en específico el hipocampo derecho, además de que evitan el envejecimiento cerebral.
El académico expuso que estudios de científicos de la Universidad de California, San Francisco, publicados en la revista Nature, mostraron que el uso de sistemas 3D diseñados para el estudio mejoraron el rendimiento cognitivo en adultos mayores e invirtió algunos efectos adversos asociados con el envejecimiento.
Sin embargo, dijo, el efecto de esos aparatos en el cerebro es un campo reciente de investigación que necesita continuar explorándose, por ser un potencial elemento para mejorar la capacidad cognitiva y prevenir trastornos.
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