¿Sabes si algún antepasado tuyo perteneció a una colonia europea asentada en tierras veracruzanas? Te sorprendería saber que varias zonas de Veracruz tienen un extenso legado de cultura e historia en su región donde prevalecen descendientes de personas que provienen de Europa y que llegaron hace muchos años para quedarse.
Un ejemplo es San Rafael, donde se asentó una colonia francesa que provenía de Dijón, Champlitte, Francia y que hicieron de este lugar una zona productora de diversos cultivos, además hay un museo dedicado a las piezas y herramientas que los descendientes donaron para que se conozca la historia de su comunidad.
Sin embargo, hay que hablar de otros asentamientos que sobreviven en su mayoría con familiares que preservan su memoria y enriquecen nuestra cultura con sus aportes, ¿sabes de cuáles hablamos?
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¿Qué problemas hubo en la colonización de europeos en Veracruz?
El doctor David Alan Skerritt Gardner señala en su investigación “Extranjeros en Veracruz: siglos XIX y XX”, que las condiciones sanitarias que había en aquella época en la región hizo imposible que los colonos tuvieran éxito en su intención de extenderse, esto porque tuvieron que enfrentar malas condiciones naturales y de salud, pues la mayoría eran citadinos y no estaban acostumbrados a la vida del campo y el trabajo duro.
La mala preparación de su expedición y la poca previsión de los empresarios hizo que los inmigrantes de ambiente urbano y de oficios que no tenían relación al campo fracasaran en su nuevo hogar. Muchos murieron después de desembarcar en la barra del río Coatzacoalcos, donde europeos llegaron para comenzar a colonizar, o en días posteriores.
El autor narra en su libro: “Otros sobrevivieron esa experiencia para finalmente también sucumbir ante la naturaleza del lugar, la que no estaban preparados a enfrentar. Los que pudieron, huyeron; algunos se internaron en el país; la mayoría alcanzó el puerto de Veracruz, desde donde orquestaron una fuerte y dilatada presión ante su consulado para lograr su repatriación. Al igual que en el caso de los jornaleros italianos arriba mencionados, de estos malhadados colonos quedaron también, en los territorios del sur de la entidad por donde pasaron, rastros dispersos”.
Aunque se tenían planes de colonizar, la mala suerte que tuvo la recordada colonia de Sarabia en Coatzacoalcos hizo que se pensara dos veces en el siguiente paso para que las nuevas colonias pudieran vivir y tener auge en la zona.
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¿Qué colonias europeas hay en Veracruz?
Para entrar en el tema, recordamos al autor David Alan Skerritt Gardner, doctor en historia moderna por la Universidad de Oxford quien fue catedrático de la Universidad Veracruzana, además de ser miembro del Sistema Nacional de Investigadores desde los 80. Este historiador ha investigado y publicado información sobre la migración y procesos rurales que han marcado la historia del país.
Este autor, en su mencionada investigación sobre extranjeros en Veracruz, relata la llegada de los grupos de europeos que se asentaron en nuestro territorio e influyeron con sus costumbres y técnicas en el futuro del estado. Skerritt Gardner menciona que entre 1820 y 1930 al menos la quinta parte de los europeos migró a otros continentes y, aunque Veracruz no recibió a todos ellos, hubo quienes llegaron al suroeste de la entidad.
Veracruz fue el punto de entrada, por muchos años, de extranjeros que llegaban para adquirir tierras y asentarse. Fue en el siglo XIX que el gobierno mexicano dio facilidades a los originarios de Europa para establecerse y poblar, esto con el objetivo de ayudar en el desarrollo cerca del río Coatzacoalcos.
El historiador comparte que las colonias que llegaron a Veracruz fueron italianas, francesas y alemanas, las cuales se ubicaron en Zentla, San Rafael y Totutla respectivamente. Lo que se sabe de los franceses en San Rafael es que en 1826 el francés Stéphane Guénot adquirió́ un terreno en las inmediaciones de Nautla. En 1833 envió un primer grupo de trabajadores a Jicaltepec para la construcción de un emporio colectivo de la modernización.
Aunque sufrieron la misma suerte que la colonia de Sarabia en Coatzacoalcos (que fracasaron en su intento de colonizar), los que sobrevivieron dejaron su huella en los apellidos que aún se escuchan, la fisionomía de sus habitantes y en la arquitectura de Jicaltepec, San Rafael, Paso de Telaya y el Mentidero en las riberas del río Bobos.
En 1858, José María Mata impulsó el ingreso de labradores italianos cerca del río Tecolutla, y nuevamente hubo problemas para desarrollarse, pero la colonia consiguió construirse igual que Jicaltepec, porque se movió el asentamiento a otros terrenos para adaptarse a su entorno.
Otros italianos se asentaron cerca de Huatusco, pero volvieron a sufrir la misma suerte de sus compatriotas ante la naturaleza y el trabajo duro, sin embargo pudieron adaptarse y lograron fundar la colonia Manuel González, localidad que pertenece a Zentla y que colinda con Huatusco.
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Finalmente, otro grupo de Europa que luchó por hacerse de un lugar en Veracruz fueron los alemanes traídos por el empresario Carl Sartorius a mediados del siglo XIX con la misión de hacer crecer una explotación cañera muy moderna para la época en la región, ubicada en una fracción de la ex hacienda Acazónica en Comapa y Totutla.
El empresario alemán tuvo dificultades para traer colonos de Alemania para su idea cañera, aunque hoy en día aún se pueden encontrar algunos apellidos germanos de los pocos que se animaron a probar suerte en tierras veracruzanas, por ejemplo Gromann, Sartorius y Müller.
De este último apellido, destaca Allan Müller quien vivió en la vieja casa de El Mirador, lugar con fuerte influencia alemana tanto en legado vivo como métodos de siembre y agricultura. Müller fue una figura prominente en los intentos de cafetaleros de la región por modificar las prácticas productivas y ecológicas de la cafeticultura, haciendo esta práctica sustentable.
Ahora que sabe las zonas donde las colonias europeas se asentaron y vivieron en épocas de esplendor veracruzano, ¿sabes si alguno de sus antepasados formó parte de ellas?