De todos los episodios monstruosos que dejó 2020 con la pandemia, llegó uno acompañado de galletas y otras marionetas de colores con diferentes tamaños.
Desde marzo, Elmo, Beto, Enrique, Lola, el Monstruo Comegalletas y Abelardo adoptaron la sana distancia, se colocaron el cubrebocas y comenzaron a desarrollar contenido educativo, como desde hace ya cinco décadas, pero ahora, en su interacción con los niños incorporaron temas sobre la gravedad del virus y la manera de combatirlo, sin dejar atrás el aprendizaje visto en las aulas hasta antes de que se suspendieran las clases presenciales en México.
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“Cambiamos el modelo de operación muy rápido, fue un momento muy retador. El reto más grande fue el de complementar programas de manera directa en escuelas y coordinarnos con los profesores vía remota”, comentó Brenda Campos, directora de Impacto Social en Sesame Workshop para Latinoamérica, en entrevista con El Sol de México.
La directiva de la organización sin fines de lucro que se encarga de desarrollar el programa Plaza Sésamo aseguró que para llegar a todos los rincones del país, forjaron alianzas con empresas y el gobierno.
Firmas de telecomunicaciones y alimentos fueron quienes vieron en Sésamo una oportunidad para continuar apoyando la educación en México, mientras que las secretarías de Educación Pública y de Salud también tomaron la mano de Beto y Enrique para reforzar las clases a distancia, tanto por televisión como por Zoom.
El objetivo de la misión era claro: generar contenido para apoyar a las niñas y niños en su educación durante la pandemia. Sin embargo, para cumplir esta enmienda tuvieron que analizar la situación del país y crear nuevas ofertas de valor.
En una primera etapa, Plaza Sésamo generó contenidos para estimular el aprendizaje a través de videos con Elmo, Abelardo y otros amigos. Aunado a ello, se montaron videos para enseñar a los infantes el lavado de manos, mismos que fueron distribuidos por la Secretaría de Salud y otros aliados en América Latina.
“Todo fue gratuito gracias a las empresas que se sumaron con nosotros, como Femsa o LEGO. En México dimos asesorías por WhatsApp como parte de una estrategia que se implementó con el DIF para que las familias contaran con el material necesario”, agregó Brenda Campos.
Luego de varios meses de trabajo, personajes como Lola, Pancho y Big Bird brindaron apoyo socio-emocional, tanto para niños como papás, ya que el encierro por la crisis generó conflictos en el hogar.
Según Campos, los pequeños se sintieron más identificados con Elmo, por tierno, cariñoso y juguetón, mientras que los adultos reconocieron en el Comegalletas un amigo para manejar las emociones.
En el proceso de trabajo, dijo Brenda Campos, otro de los puntos a afinar fue la creación de capacitaciones y asesorías para profesores que no fueran tediosas, como impartir sesiones que no duraran más de 45 minutos , al igual que ofrecerlas en plataformas de fácil acceso y uso.
“En México, nos dimos cuenta que había una sed inmediata para hacer contenidos. Estaba la estrategia Aprende en casa y nosotros aportamos más contenido digital, todo fue bienvenido”, destacó.
Para 2021, Plaza Sésamo continuará generando material educativo, informativo y de salud para combatir, desde su trinchera, la crisis sanitaria del Covid-19. Para ello, esperan contar con el apoyo de más actores de la iniciativa privada, así como del sector público.