Crear vitrales es una labor creativa que es poca reconocida en Xalapa y el país; pocos valoran este arte por lo que se está perdiendo, expone el vitralista Roberto Baltazar Palacios, de la Boutique de Luz Nart, de esta ciudad.
“Hay pocos artistas dedicados a esta actividad que se pierde y pocos quieren pagar su verdadero valor” señala el artista que labora en el comercio en el que se elaboran lámparas, candiles, herrería forjada, percheros, vitrales en pasta y emplomados.
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¿Por qué es único cada vitral que se realiza?
Quién hace vitrales es un creador de arte porque se dedica tanto tiempo a los detalles; cada pieza es única, no se trata de una serie de objetos, sino que cada objeto posee su propia identidad. “Solo que un cliente nos pida 10 piezas iguales se hacen, de lo contrario tratamos de hacer piezas únicas, que el cliente que se la lleva no la vea en otro sitio”.
En este taller se elaboran vitrales emplomados; las materias primas que utilizan son en el estilo tiffany son diseños sobre medida, color y moldes, es un proceso muy detallado. Los materiales no son tan fáciles de conseguir y son caros porque son importados y vienen prácticamente todos de Canadá y Estados Unidos; y es que, el material nacional viene con ciertos defectos y cuesta trabajar con él.
El entrevistado reconoce que aprender a hacer vitrales es difícil ya que es un proceso tardado de asimilarlo porque es complicado, “aquí se dan cursos, pero no se aprende en la primera clase.
Considera que ser vitralero es un arte que se trae en el corazón, “porque asistí a un curso y nadie de los que acudieron se dedicó a esto porque no avanzaron, pero yo logré enfocarme y logré aprenderlo”.
Explica que hay distintas formas de hacer un vitral, los hay planos y están las lámparas. Los primeros son los que se colocan en las puertas y ventanas es más decorativo y el de lámparas es redondo y hay diferentes moldes.
Lo más complicado para un vitralero, cuenta, es elaborar una lámpara ya que es un trabajo tardado.
Cada obra es difícil de diseñar porque hay que empezar desde cero. Es un proceso que conlleva hacer diseños, sacar moldes, hacer trazos, sacar plantillas y cortes, en fin es tardado, dice.
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¿Qué tan apreciado es el arte del vitral?
Explica que tiene clientes adultos mayores que son los que más aprecian su trabajo, los jóvenes lo valoran menos, “pero nos han llegado clientes de otros países que dan mucho valor; hace un tiempo un estadounidense nos pidió una lámpara y cuando se la entregamos quedó maravillado y nos agradó porque en su país hay quienes lo hacen, eso nos motiva y nos ha pasado con clientes italianos y franceses”.
La mayoría de los trabajos que realizan son para iglesias y particulares, “no tenemos tanto trabajo como quisiéramos, pero por eso damos cursos para quienes se interesan en aprender”. El costo de un curso de vitromosaico está en 4 mil 500 pesos, aproximadamente y de vitral plano.
Respecto a los materiales, expone que para elaborar un vitral utiliza vidrio que es lo principal y herramientas que son un cortador especial, distinto tipo de pinzas y una máquina para pulir, todo ello es caro, “pero vale la pena porque es muy bonito”.
Un vitral plano puede llegar a costar desde 20 mil pesos el metro cuadrado, pero depende del trabajo, puede darse algunos en 12 o 15 mil pesos.
De los que tiene a la venta ahora dice que tiene piezas únicas de 650 pesos, pero también las hay de más de mil pesos y 4 mil pesos, pero todo depende del corte y tamaño”. Comenta que el taller lo tienen en San Marcos, pero la tienda llamada Nart se ubica en Murillo Vidal número 5.
Por su parte Natividad Lara, comenta que lamentablemente que hay muchas instituciones de gobierno que utilizan vitrales lo compran por volumen y optan por adquirir en tiendas departamentales o extranjeras, donde les resulta más económico, pero las piezas de vitrales son más frágiles y no tienen tanta vida, “que suelen ser desechables, porque son piezas que son desechables”.