A meses de cumplir 100 años de fundada, la empresa de vinos y licores artesanales La Fama ubicada en la calle Alfaro, de esta ciudad, enfrenta una competencia desleal por la comercialización de bebidas de dudosa calidad, asegura su propietario Salvador Martínez Benítez.
¿Cuál es la historia de la licorería "La Fama" en Xalapa?
Este negocio de antaño, comenzó su historia en 1925, desde entonces mantiene la tradición de elaborar sus vinos en barricas centenarias de roble blanco, sin embargo, su futuro es complicado, porque sus ventas han disminuido de forma importante en los últimos años.
Todas sus bebidas son producidas en la fábrica ubicada en Alfaro 153, colonia Centro. En esa calle se puede apreciar un pequeño letrero con el logo del negocio La Fama.
Al pasar la puerta se pueden observar las botellas de licores de café, mora, higo, almendras, guanábana, naranja, tejocote, maracuyá, zapote y nanche, este último es el más vendido, explica su propietario.
En su catálogo también tienen otros sabores como habanero, ron limón, ron añejo, aguardiente tradicional y charanga. Además elaboran toritos y cremas de café, coco y cacahuate.
La empresa la fundó Enrique Benítez Herrera, en 1925, quien fue el tío abuelo del actual propietario. Por cuestiones familiares pasó por las manos de varios integrantes de su familia hasta llegar a sus manos y por muchos años lo manejó con su esposa.
En entrevista, Salvador Martínez narra que empezó trabajando de aprendiz, que fue como asimiló todo lo referente al negocio de los vinos y fue hasta 1967, que vivió una crisis, que ya pasó a ser suyo y que volvió a crecer.
¿Cómo elaboran las bebidas artesanales en La Fama?
Elaborar sus vinos es un proceso que se lleva a cabo de manera 100 por ciento artesanal. Primero se pone la fruta en maceración por varios meses “para que suelte todo su saber” y así obtener un concentrado, al que después se le agrega azúcar y alcohol de calidad.
El almacenamiento se da a través de barricas centenarias que están ahí desde que comenzó el negocio, sin embargo, también hay otras “más nuevas” con de 30 o 40 años que las han comprado de otras empresas similares.
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El empresario asegura que los negocios de este ramo enfrentan el acecho de empresas trasnacionales han comprado otros como el suyo, “siento tristeza de ver lo que queda de esta marca tradicional, pero seguiré aquí hasta que la salud me lo permita, elaborando los vinos La Fama”.
A casi un siglo, La fama enfrenta un nuevo reto, y es que, Salvador Martínez reconoce que las ventas le han disminuido con tanta competencia que hay en el mercado. “Ahora hay muchos que elaboran toritos y vinos, pero no lo hace con un nivel de calidad dudosa con ingredientes de mala calidad, así que seguiré aquí elaborando los vinos La Fama, que son un productos xalapeño de alta calidad”.
Orgulloso de sus productos, dice que se han ido a Canadá y España con mucho éxito y han querido comprarle sus productos, “pero al ser una negocio familiar nunca pudo producir las cantidades industriales que le pedían esos mercados”.
Nacido en 1944, don Salvador recuerda con satisfacción que el negocio ganó un premio en 1934 en una exposición de bebidas. Sin embargo, aclara que para él lo más importante no es ganar premios sino tener clientes que reconocen su actividad que respeta la forma tradicional y artesanal de hacer bebidas.
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Ahora solo le preocupa el futuro de su negocio. “Espero que quienes se queden al frente saquen adelante la producción y logren hacerlo mejor que yo para seguir esta tradición xalapeña”, concluyó.
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