Naolinco, Ver.- Una tradición de más de 40 años es la que prevalece en la familia García Córdoba del municipio de Naolinco, con la colocación del altar de Día de Muertos, tradición que es parte de “La Cantada”.
En el domicilio de Alfredo, conocido como “Pilatos”, hace 15 días comenzaron con los preparativos del altar, una tradición de hace 4 décadas, que inició con su mamá, doña Estela, quien falleció hace 18 años.
Ahora, él se encarga de iniciar con la preparación de la ofrenda para recibir a sus padres y familiares que se adelantaron en el camino.
Alfredo, alumno fundador del taller libre de artes plásticas de Naolinco, en entrevista, detalló un poco de la elaboración de su ofrenda, que es admirada por visitantes, pues el diseño que cada año presenta es laborioso y muy atractivo.
“Hemos colocado el altar familiar desde hace varios años; con mi mamá lo hacíamos, y ella murió hace 18 y lo seguimos haciendo”, dijo.
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"La Cantada" de Naolinco, ¿cómo son elaborados los tradicionales altares de Día de Muertos?
Detalló que, se reúne en esta celebración sus sobrinos y hermanos, “para esperar a los fieles difuntos, porque es algo muy especial para todos, porque los queremos mucho, los extrañamos, y entonces nos ponemos con esa tarea de hacer el altar, de no perder nuestra tradición tan importante; para eso nos llevamos muchos días en montarlo”.
Así mismo, dijo que él se encarga de picar el papel para colocarlo en el plafón, “y empezamos semanas antes a poner la ofrenda para ir poniéndolo con todo el cuidado que se requiere”, explicó.
Para lograr darle el atractivo visual, detalló que utilizó aproximadamente 200 pliegos de papel para colocarlo en la parte de arriba, además otros 50 para el altar, así como entre 5 y 6 rollos de flor de cempasúchil y pesma.
“Cada año cambio el diseño, cada año lo voy haciendo diferente; los escalones de la estructura, que no es una estructura en sí, es la mesa y la cómoda, de ahí le voy poniendo cosas diferentes para recibir con mucho amor a mis padres y familiares”.
Para concluirlo dijo que tardó aproximadamente 15 días, pues el trabajo más largo es el corte de papel, y que el diseño va surgiendo durante el proceso que dice es “poco a poco”.
“El altar es dedicado a mi papá, don Memo y a mi mamá doña Estela, igualmente a mis hermanos, a mis tíos, a mis abuelos, a mis fieles difuntos, porque los queremos tanto”.
Respecto a “La Cantada”, explicó que es una tradición de muchos años y le da gusto que siga vigente, pues señala son tradiciones que no deben acabar.
Alfredo García Córdoba, dice ser naolinqueño de corazón y conocido como “Pilatos”; es alumno fundador del taller libre de artes plásticas de Naolinco y ha colocado ofrendas en Xalapa, puerto de Veracruz, Ciudad de México, entre otros más. Por último, invita a las personas a visitar Naolinco, del que expresa que hay de todo para tener muy bonitos recuerdos, además de muchas vivencias inolvidables.
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