Manejar el trompo de pastor, es como un arte que no todos dominan con facilidad. A Luis Manuel Rodríguez de 30 años, le llevó casi un mes aprender a elaborarlo como se debe y ahora se pasa hasta 9 horas diarias con él.
Desde hace tres años empezó a aprender a formar el trompo y realizar los cortes perfectos para tener una rica orden de pastor y deleitar a sus clientes.
Estudió Gastronomía, gracias a su gusto por la cocina. Antes fue carnicero donde aprendió a destazar la res, el cerdo y "bistecear" y ahí le empezó a llamar la atención cómo "montar" el trompo.
Su labor le encanta a su familia, especialmente a sus hijos que en cada fiesta piden tacos, "de los tacos no se choca uno".
-¿Es difícil? -Al momento que va aprendiendo uno sí es difícil, ya después que le agarra uno el hilo y ya lo monta uno más rápido.
Se van poniendo los bisteces chicos primero abajo y cada vez va poniendo uno un poco de recorte de lo que vamos sacando y cada vez vamos poniendo bistec más grande para ir tapando todo el cachito que le vamos sacando alrededor para irle dando forma.
La clave es irlo "apelmazando" bien para que no quede aguado y no "baile" para que cuando se corte no se caiga la carne. "Tiene su chiste, también hay que ir, se puede decir amarrando la varilla con otro bistec, se le da la vuelta a la varilla y lo aplasta uno para que quede bien firme".
A Luis Manuel le enseñó Samuel de taquería Santos y tardó cerca de un mes para formar su propio trompo, aunque confiesa que al inicio le quedaban medio "chuecos y deformes".
Puedes volver a leer: Para un buen esquite: Óscar mantiene vivo el comercio de elotes en Xalapa
"Pero todo es práctica, el chiste es saber cortar también porque el trompo puede quedar un poquito más ancho de un lado, lo recortas, el mismo recorte se lo echa uno encima y lo tapa uno con un bistec más grande y se le va dando la forma".
Disfruta mucho más contenido en YouTube ↓