En 1943, cuando se vivía la transición de la Segunda Guerra Mundial y en la capital del estado de Veracruz había una intensa vida social y cultural, surgió Diario de Xalapa, periódico alternativo de cuatro páginas y valor de cinco centavos cuyos primeros números fueron distribuidos por una mujer.
Investigación del cronista de la ciudad, Vicente Espino Jara, permite saber que por encargo de Rubén Pabello Acosta, fundador del nuevo medio informativo, a Blanquita Nadal Castillo se le encargó el primer punto de distribución, en Juárez número 57.
Te puede interesar: ¿Por qué la gente compra más boletos de lotería cada 15 de septiembre?
¿Cómo se vendía el Diario de Xalapa en 1943?
El Colegio Preparatorio celebraba entonces sus cien años, la inauguración de su segunda planta y las jornadas del VI Congreso Nacional de Historia, que congregaba a estudiosos de distintas partes del país.
Blanquita Nadal se autonombraba la primera vocera de Diario de Xalapa, que hoy, 13 de septiembre, celebra 80 años de registrar el acontecer de una ciudad que se ha distinguido por una intensa actividad política, educativa y artística.
“Blanquita decía que la indicación fue pararse en la puerta los días del Congreso y entregar el ejemplar a todos los invitados, en un tiempo en el cual ‘El tema de hoy’ y ‘El Ariete’ ya tenían tiempo circulando”.
Además de estas tres publicaciones, la sociedad xalapeña tenía acceso a la radio, a la XEKL y XEJA, los principales medios de comunicación en la década de los 40 del siglo pasado.
Diario de Xalapa empezó a abrirse paso y a contar tanto lo local como lo estatal y nacional. También lo internacional. En sus ocho décadas ha estado aparejado a una institución que ha marcado un parteaguas en la entidad, la Universidad Veracruzana, cuya inauguración quedó consignada en 1944.
Aunque se podría hacer un recuento de las notas destacadas, Vicente Espino Jara da oportunidad de ampliar el panorama del diario vivir de los xalapeños en los 40, mismo que tuvo eco en el “Vocero de la Provincia”, como se leía en su portada.
¿Cómo era la vida de la entidad en 1940?
En los inicios de los 40, los carnavales fueron determinantes año con año, como una expresión de festividad ciudadana, en desfiles que iniciaban en Enríquez y continuaban por Zamora o Xalapeños Ilustres y cerraban generalmente por Ávila Camacho con espectáculos de comparsas y carros alegóricos locales y del puerto de Veracruz.
Sin visos de violencia ni inseguridad, también se celebraban bailes y tertulias en el Centro Recreativo Xalapeño, así como en el Casino Jalapeño, un lugar donde se reunían comerciantes y empresarios.
La vida en los teatros era frecuente. Estaba activo el Teatro Lerdo, en Altamirano esquina con Clavijero, con una historia desde el siglo XIX -Teatro Cauz-, lugar donde había tardeadas pero también eventos políticos, teatro, cine y el registro de personas como Virginia Fábregas, Fernando Soler y María Teresa Montoya, por mencionar algunos nombres.
En el Colegio Preparatorio, al terminar los ciclos escolares, se realizaba también un baile tradicional, de “Blanco y Negro”, recordado aún por muchas familias; la reunión era en el patio central y amenizaban las mejores orquestas.
¿Cómo era la economía social?
Una misión de Diario de Xalapa, desde sus inicios hasta 2023, ha sido dar cuenta del movimiento económico, de las preocupaciones de las familias, así como del desarrollo de la ciudad.
Vuelve a leer: Grito de Independencia Xalapa 2023: cartelera de actividades en la Plaza Lerdo, va fecha y horario
En esta área, monitoreaba el mercadeo del “Gonzalo Vázquez Vela” y el “Jáuregui”. Desde sus primeras instalaciones en la calle de Milán, daba cuenta de un territorio pequeño, que tenía como límites Palo Verde, la hoy Facultad de Economía, la salida a Coatepec y la parte sur, sin olvidar la presencia de las fábricas de San Bruno y El Dique, que funcionaban con medianía de éxito.
¿Cómo fue el desarrollo arquitectónico de Xalapa?
Tras fracturas al Palacio Cantonal –Municipal– ocasionadas por un sismo, vino la reconstrucción del edificio ya integrado al Palacio de Gobierno donde hoy está la Sala de Banderas; en su momento fue el Palacio Nuevo y también significó el inicio de cambios en la zona Centro.
Nombres de alcaldes como Humberto y Guillermo Tamborrel, así como el exitoso comerciante Pablo H. Medina, contribuyen a la incorporación de jardinería en el parque Juárez, reacomodo de la traza urbana –de lo que se conoce ahora como paseo del ayuntamiento– y la urbanización y asfalto.
A Diario de Xalapa le toca ver y escribir la historia de la entrada del modelo de modernidad y crecimiento de desarrollo urbano con aportes de las familias Grayeb y Fernández, que transforman el centro de la ciudad con hoteles y pasajes comerciales. Una gran obra fue en los 50, cuando a la barranca de Xallitic se le pone el puente para conectar la carretera nacional con el centro.
Aunque el automóvil era fundamental también estaba la Alianza Camionera Veracruzana, después vino el nacimiento de ADO y una empresa de servicio de segunda que se llamó Flecha Roja, la cual transitaba por el centro de la ciudad.
A nivel estatal, la vida política fue muy determinante pues los gobernadores tenían gran arraigo político, histórico y social con el territorio. Su visión era que estaban en la capital del estado y buscaban el modelo de modernidad y crecimiento.
¿Cómo se vivía la Segunda Guerra Mundial?
la Justo unos meses antes del nacimiento de Diario de Xalapa, la transición de la Segunda Guerra Mundial dio a México algunas ventajas como la compra de petróleo para alimentar la maquinaria de guerra.
Motivo de preocupación de los xalapeños fue que los países del Eje hubieran hundido parte de los barcos en los que se movía ese petróleo, como el Faja de Oro, El Tuxpan, Las Choapas, Oaxaca y Amatlán, y que motivaran que el gobierno de la República les declarara la guerra a esos países.
Diario de Xalapa es un medio de comunicación que ha tenido larga vida en la cual han participado todos los actores de la vida de la ciudad que le da nombre. Hoy, en su aniversario, refrenda su compromiso por seguir haciendo un periodismo social, que toma el pulso de una población donde todos y todas son importantes.
