Con una belleza inusual, sonrisa cautivadora y características extraordinarias, así es el ajolote mexicano, una especie asombrosa que sigue cautivando a la comunidad científica.
La variedad de tonalidades del ajolote van desde café, rosado, negro o, en ocasiones, albinos o blancos. Si el pequeño que aparece en los billetes de 50 pesos te pareció adorable, sus características te fascinarán aún más.
¿Qué es un ajolote?
Un ajolote es un pequeño anfibio que pertenece a la familia Ambystoma, de acuerdo a la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT), en México se distribuyen 17 especies de salamandras que pertenecen a esta familia y 16 de ellas son endémicas de nuestro país.
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El ajolote mexicano es originario del Valle de México, específicamente del lago de Xochimilco. Su nombre proviene del náhuatl, el cual era llamado por los antiguos mexicanos como “monstruo de agua”.
Este pequeño amigo se alimenta de larvas, así como gusanos, moluscos o crustáceos. Uno de los rasgos del ajolote mexicano es que son especies neotécnicas, en otras palabras, nunca se transforma en adulto. Otra de las características que ha generado gran expectación es su capacidad de regenerar cualquier parte de su cuerpo, algo que es estudiado por científicos, ya que puede ayudar en el campo de la medicina.
Puede llegar a vivir cerca de 15 años y, prácticamente, es una salamandra que no llega a serlo del todo. Su cuerpo puede llegar a medir desde los 15 hasta los 30 centímetros de longitud, además de un peso aproximado de entre 85 y 300 gramos. Sus branquias sobresalen por la parte trasera de su cabeza y tienen una forma particular de “plumas”.
Ajolote en peligro de extinción
A pesar de las grandes capacidades que posee esta pequeña especie, su entorno ha sido víctima de múltiples intervenciones por parte del ser humano que ha puesto en peligro su existencia, sin embargo, existen acciones enfocadas a su conservación.
De acuerdo a Luis Zambrano, especialista del Instituto de Biología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), calcula que en al menos 30 años, la población de ajolotes pueda desaparecer, ¿por qué? Todo esto se debe a la introducción de especies que invaden su hábitat como lo es la tilapia y la carpa, lo que provoca que compitan por alimento, ya que dichas especies comen de lo mismo.
Al ser un animal en parte acuático y terrestre corre el riesgo de ser afectado en ambos espacios.
De las especies endémicas de ajolotes que existen en México, 15 de ellas se encuentran en la NOM-059-SEMARNAT-2010: donde 3 se clasifican como amenazadas y 12 en protección especial.
Aunque ha sido difícil, existen planes para ayudar a conservarlo y protegerlo; uno de ellos es el proyecto de “Conservación del ajolote mediante su cultivo y siembra en el Parque Ecológico de Xochimilco”, que dio inicio por la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (CONABIO).
¿Qué opinas de nuestro maravilloso amigo mexicano?