Xalapa, Ver.- En Veracruz existen 62 Áreas Naturales Protegidas (ANP), 17 de ellas a cargo del estado y 14 de la federación, 22 privadas y nueve sitios Ramsar; su importancia radica no sólo en que conservan flora y fauna, mucha de ella endémica o en peligro de extinción, sino en que protege la vida misma.
Eva López Tello, doctora en Neuroetología y técnica académica del Inecol, indica que es necesario que la población tome conciencia de que cuidar de los recursos naturales tiene un impacto no sólo en la conservación de esas especies, sino que, como parte de una cadena, todos cumplen un papel fundamental para toda la vida del planeta, del que nosotros formamos parte.
“Solemos hacer una distinción entre los mamíferos y los humanos, pero nosotros también somos mamíferos y formamos parte de esa biodiversidad, y también como seres humanos tenemos un papel en el ecosistema, que en este momento es conservar y hacer el menor daño posible”, indica López Tello.
Agrega que todo está conectado en la naturaleza: “somos un conjunto y los humanos también entramos en esta red; porque si no hay bosques ni selvas, tampoco habría lluvias, no tendríamos agua, no tendríamos alimentos; es importante ver esta cadena donde si falta uno, entonces se afecta todo lo demás”.
¿Qué son las ANP?
La doctora nos explica que las Áreas Naturales Protegidas (ANP) son espacios que se destinan para conservar tanto a la flora como a la fauna, y se clasifican como reserva de la biosfera, parques naturales, áreas para la protección de la flora y la fauna y las áreas para la protección de recursos naturales.
“El criterio para denominarlas Áreas Naturales Protegidas es principalmente que tengan especies de gran importancia que puedan estar en peligro de extinción o sean especies endémicas, es decir, que viven solo ahí y no pueden ser encontradas en otra parte; otra es que tengan una importancia turística y que tengan una importancia cultural”.
Agrega que además el objetivo de una ANP es hacer un puente entre las comunidades humanas con la naturaleza: “se busca que las comunidades se involucren con la ANP y que puedan permanecer ahí haciendo un uso adecuado de los recursos, pero que también haya áreas que destinen para solo conservación”.
Ejemplifica que antes en el caso de las ANP federales no había un criterio de incluir a la comunidad, sino que sólo se dictaminaba que un área iba a protegerse, lo que generaba malestar entre las personas que vivían en ese sitio, pues al no tener información suficiente, seguían realizando sus actividades sin cuidar el uso de los recursos naturales.
“Ahora ya no es así, se busca que la comunidad esté de acuerdo, pero en general falta mucha educación para explicar por qué es importante cuidar los recursos, hacerles notar que además de cuidar a la flora y fauna es por un beneficio para ellos mismos, pues si se acaban los recursos naturales tendrían que migrar hacia otras zonas para buscar el sustento para vivir”, indica López Tello.
Ser sustentables
La bióloga indica que hay ANP federales, estatales, municipales, ejidales y privadas y que de ellas las reservas de la biósfera son las más grandes, con mayor extensión y resguardan mucha fauna de gran importancia y en peligro de extinción. Añade que las ANP no sólo son terrestres, sino también marinas, como el caso del Sistema Arrecifal Veracruzano.
Ejemplificó que en Veracruz la Biosfera de Los Tuxtlas protege al mono araña y mono aullador, ambos en peligro de extinción; aunque también se ven beneficiadas todas las demás especies que viven en esa ANP.
“Urge hace un puente con las personas, se requiere mucho trabajo de divulgación por parte de los biólogos y los investigadores en general para llevar esta información del porqué debemos cuidar nuestras áreas naturales; aprender más sobre nuestras especies y cómo ser más sustentables para que no haya ningún desequilibrio que nos afecte a todos”, indica.