La contaminación y la pérdida de áreas naturales han provocado que las aves busquen refugio y alimento en zonas urbanas aunque esto implique vivir entre desechos y agua sucia, expresó Otto Aquino Cruz, biólogo y administrador de Selvática Productos y Servicios.
Además no solo la mancha urbana le ha ganado espacios a los ecosistemas naturales de las aves sino también las actividades agrícolas, pecuarias e industriales: “Cada vez es más difícil que la fauna pueda encontrar lugares para refugio y reproducción y deben adaptarse incluso a condiciones extremas de contaminación”.
- Te puede interesar: Veracruz, entre los tres estados con más tráfico de reptiles
Reconoce que, pese a que esta situación no es algo normal, “cada vez es más común verlo pese a que las aves pueden moverse a distancias mayores, pero encuentran áreas perturbadas”.
¿Qué más afecta a las aves?
Y no solo basura y aguas negras afectan su recorrido, pues “el ruido ahuyenta a muchas especies y la contaminación lumínica puede desorientarlas, sobre todo durante la migración de aves rapaces de Canadá y Estados Unidos hacia Sudamérica, la cual inicia a mediados de agosto y concluye en noviembre”.
La cetrería es el entrenamiento de aves rapaces para capturar a otras especies en un entorno natural. Aunque su práctica se rememora a la edad media, en la actualidad “esa actividad se pone de moda y hay gente que busca los huevos y polluelos para venderlos”.
Lamentablemente son personas sin el conocimiento mínimo y se les mueren, dice el biólogo, “sin dejar de mencionar que persiste en el país la caza furtiva, el comercio ilegal y el mercado negro de la fauna que atentan contra las especies”.
Pesticidas y actividades pecuarias, otros enemigos
El también investigador del halcón aplomado señala que la ganadería “es una de las actividades más devastadoras de los ecosistemas porque quitan árboles para poner pasto y vacas” y en las actividades agrícolas rocían pesticidas que dañan a las aves, por lo que “no encuentran alimento y deben volar a otros lados y bajan las poblaciones”.
Sobre sustancias menos nocivas en los cultivos reconoce que aunque sí existen estos no son usados; quizá porque algunos son repelentes a base de yerbas que ahuyentan a los insectos pero no funcionan tan eficientemente como los agroquímicos “pero últimos tienen desventajas en cuanto a la salud del ecosistema, de los animales, insectos y de quienes los usan”.
Además del precio “son prácticas monopolizadas y de usos y costumbres. Afortunadamente hay programas de áreas privadas de conservación de gente que dice: ‘ya no quiero tocar mi monte’; entonces no le meten fuego ni cultivos, pero son pocas áreas en Veracruz y pocas las personas que lo hacen”.
Fomentar amor a las especies
“Lo que no se conoce, no se puede querer. Y lo que no se quiere, pues no se cuida”, expresa Otto Aquino, quien enfatiza que hay grupos de observadores de aves en Xalapa que hacen recorridos gratis, como el Patronato del Cerro de Macuiltépetl.
“También el personal de Pronatura hizo actividades los fines de semana en el parque Natura y otros grupos de observadores independientes. Quienes están interesados también hay guías para ciertas especies lejos de manchas urbanas”, expresó.
Con esto buscamos concientizar a la población en la riqueza de la avifauna en el estado para que se proteja y existan más lugares para la conservación de estas especies, concluyó el biólogo.