Nuestros hábitos de consumo impactan en el planeta, y hacernos más responsables es necesario modificar ciertos hábitos, por ejemplo, crear una composta. De acuerdo con la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales, esto contribuye a mejorar el ambiente al retirar esos residuos del circuito de la contaminación de suelos, aguas y atmósfera y enriquecer los cultivos.
Inténtalo en casa con estos cinco tips que Greenpeace México nos compartió:
1. Separa tu basura y busca desechos que sean idóneos. Los materiales idóneos para hacerla son cáscaras de huevo, restos de verduras y frutas, residuos de origen animal (como huesos, piel, carne y sangre); follaje, tallos frescos y hojas secas, además de abonos verdes. No utilices vidrio, metal, alambre, plástico, caucho, cenizas frescas, fibras sintéticas y frutos con espinas, ya que unos no son biodegradables y otros pueden dañar las manos.
2. Infórmate sobre el tipo que necesitas. Hay muchas personas que ya experimentaron. Muchas de ellas comparten sus experiencias en las redes sociales; busca a las que tengan condiciones de vida más parecidas a las tuyas, síguelas y pídeles consejos de primera mano. Es importante que elijas el tipo de composta que vaya mejor con tu espacio, el tiempo que le puedes dedicar y el nivel de dificultad que puedes manejar.
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3. Haz una a tu medida siguiendo estos pasos. Según consejos de la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT), una composta puede ser un hoyo cavado en el suelo, una bolsa o bote de plástico, un depósito de cemento, malla de alambre, acero inoxidable o madera. Lo importante es seguir estos pasos:
- Coloca una capa de paja de 30 cm de altura a lo largo de la cama y encima restos de jardinería, viruta o aserrín, desechos de hortalizas. Humedece mucho.
- Agrega una capa de 15 cm de restos de comida o de jardinería. Humedece.
- Añade una capa de entre 5 y 10 cm de estiércol desmenuzado y humedece.
- Alterna otras capas iguales a las anteriores.
- No dejes que se seque para evitar invasión de ácaros, hormigas u otros animales. Si se moja en exceso, pueden proliferar los hongos y despedir mal olor.
- Voltea la composta a los 15 días y luego cada semana. Cuida que la temperatura se mantenga entre los 50 y 60 °C. Si no aumentó el calor, voltea nuevamente y agrega tierra, agua, estiércol o residuos verdes. Mantén un equilibrio entre material verde y seco. Adiciona tierra para que los microorganismos aceleren el proceso.
- Una vez lista, almacena en costales y guárdalos en un lugar seco hasta que los utilices para fertilizar tu huerto casero o tus macetas.
4. Cuídala y evita malos olores. Para evitar malos olores, corta los residuos en pequeños pedazos de máximo 3 cm de longitud para que se procesen más rápido y para que haya mejor ventilación; cubre los residuos lo mejor que puedas. Si la composta es en exterior, cúbrela con una capa gruesa de hojas y ramas trituradas finamente.
5. Sé constante e intenta una y otra vez. Si no funciona a la primera, intenta hacer una y otra vez y no desanimarte. Aprende de tus errores y busca ayuda con personas expertas.
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