El manejo del agua es deficiente en Xalapa. Hay varios factores que inciden en ese tema, pero uno de los más graves es que no se tratan las aguas residuales y se siguen descargando y contaminando los afluentes de la zona, advierte Carlos Lezama Alcocer, licenciado en Ciencias Atmosféricas, quien cursa la maestría en Ciencias de la Tierra.
Lamenta que se ignore que el significado de Xalapa en lengua náhuatl es Manantial en la arena y aunque la ciudad está rodeada de manantiales, como los de los Tecajetes, Del Moral y los Lavaderos, entre otros, pero no han sido bien utilizados y son parte de la problemática en la región.
El asunto es que el líquido de los manantiales que tiene la ciudad al final no se aprovechan y terminan en ríos sucios, explica.
Comenta que es mínima la proporción de aguas residuales que son tratadas. Significa que la gran mayoría termina en los afluentes sucios y lo mismo ocurre con el agua de lluvia, que se desperdicia porque termina en el mismo sitio.
Recuerda que alrededor de 40 por ciento del agua que se utiliza para consumo humano en este municipio proviene de la cuenca del río Pixquiac. Este líquido pasa por cuatro presas derivadoras que entre todas juntan casi 750 litros por segundo.
Es decir que en una hora alcanzaría para llenar una alberca olímpica, el problema es que no solo se trata de la del Pixquiac que nace en la ladera del Cofre de Perote. El restante se requiere traerla del estado de Puebla.
La problemática, precisa, es que no hay una verdadera política de tratamiento de aguas residuales y eso finalmente provoca que las descarguen a los ríos.
Situación inacabable
Carlos Lezama explica que es necesario que se comience a tratar las aguas residuales, porque de lo contrario se seguirá contaminando los ríos de las comunidades que están en las partes bajas.
Se impacta negativamente el desarrollo de estas comunidades que están río abajo porque en ellas se realizan actividades económicas como ecoturismo y recreación, explica.
Resalta que en muchas congregaciones todavía los afluentes son utilizados para cuestiones de recreación porque aún mantienen su capacidad de amortiguación, pero ya se están rebasando los límites que les permiten seguir teniendo la capacidad de limpiarse.
Subraya que la capacidad de amortiguación es la facultad natural que tienen los cuerpos de agua para poderse restaurar, pero si se siguen recibiendo más desechos de los drenajes y cada día en mayor cantidad, llegará el momento en que ya no podrán autolimpiarse.
Llamó a hacer conciencia sobre el uso inteligente, reutilización del agua porque es una forma en que los ciudadanos pueden ayudar en esta crisis. “Habría que recordar a nuestros abuelos que captaban el agua en tinas, porque era parte de la sabiduría de los antepasados que se deberían de aplicar en estos días”, concluyó.
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