La crisis climática, que se ha agravado en los últimos años, afecta directamente al 58 por ciento de las enfermedades infecciosas humanas.
Así lo dio a conocer la publicación Nature Climate Change a través de un estudio, que constata que el cambio climático tiene repercusiones en la salud de los seres humanos, dado que los peligros climáticos son demasiado numerosos para que una sociedad se pueda adaptar de forma integral.
De acuerdo con la agencia Efe, se tiene relativamente bien aceptado que los cambios climáticos pueden llegar a afectar a las enfermedades patógenas humanas, y así lo relataron los investigadores liderados por Camilo Mora, de la Universidad de Hawai, aunque también advirtieron que el alcance total de este riesgo está mal cuantificado.
Los estudios que se extienden hasta ahora se centran principalmente en los grupos específicos de patógenos, como son las bacterias o los virus, así como en la respuesta a determinados peligros como la ola de calor o el aumento de las inundaciones, y por último en los tipos de transmisión que puede ser el origen alimentario o hídrico.
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Sin embargo aún se desconoce la amenaza real para la humanidad en el contexto del cambio climático y sus enfermedades.
Los investigadores revisaron cerca de 70 mil artículos que abarcan literatura científica y revelaron 3 mil 213 casos empíricos que vinculan enfermedades patogénicas humanas con condiciones climáticas como el calentamiento, las inundaciones o las sequías.
Los investigadores aseguraron que el 58 por ciento de las enfermedades infecciosas que se tienen documentadas, a las que se enfrenta la humanidad en todo el mundo, se han podido ver agraviadas en algún momento por riesgos que están asociados con el cambio climático, y solamente el 16 por ciento de ellas se han visto disminuidas.
Los factores biológicos, ecológicos, ambientales y sociales pueden contribuir a la aparición exitosa de una enfermedad patógena humana, que en el nivel más básico depende de que un patógeno y una persona entren en contacto, para que después el grado de resistencia de los individuos disminuya o que el patógeno se fortalezca por el peligro climático.
Este tipo de riesgos incluyen aquellos que facilitan el acercamiento entre patógenos y personas. Un ejemplo puede ser el calentamiento que aumenta la zona en la que actúan los organismos que transmiten enfermedades, como sucede con el dengue y la malaria.
Aunque por otro lado también existen los problemas climáticos que acercan a las personas a los patógenos, así como las tormentas, las inundaciones y el aumento del nivel del mar que provocan los desplazamientos humanos implicados en casos de fiebre de Lassa o con la enfermedad del legionario.
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Este estudio también ve los peligros en los cambios del uso de la tierra facilitados por la invasión humana. Este hecho ha aproximado a las personas a vectores y patógenos ocasionando brotes de enfermedades como el ébola.
El análisis también observó que los cambios en las precipitaciones y la temperatura pueden afectar a las reuniones sociales humanas y a la transmisibilidad de virus como el de la gripe y Covid-19.
Aunque los autores del estudio también aseveraron que es posible que el calor extremo obliga a las personas a permanecer en el interior y esto puede aumentar el riesgo de transmisión, en especial cuando se combina con una ventilación deficiente.
Para culminar, el grupo de científicos determinó que estos hallazgos revelan las vías únicas en las que los peligros climáticos pueden llegar a provocar enfermedades, lo que expone la limitada capacidad de adaptación de la sociedad y pone de relieve la necesidad de reducir todas las emisiones de gases del efecto invernadero.
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