Las altas temperaturas que podrían registrarse durante la próxima temporada de calor afectarían el proceso de la cadena alimenticia a causa de la posible pérdida de especies, dice el biólogo Graciano Illescas Téllez, presidente del Consejo Intermunicipal de Ambientalistas A.C.
En entrevista, sostiene que los primeros en sufrir afectaciones serían los anfibios, pues se trata de especies que requieren de mucha humedad para sobrevivir. Además, las temperaturas extremas suelen reducir los volúmenes de cuerpos de agua, en donde habitan peces y otra amplia biodiversidad, que podría disminuir.
Por lo anterior, reitera que la cadena alimenticia podría sufrir alteraciones que afecten también al ser humano. "La Conagua pronostica una sequía crítica para este año y empieza a agravarse a causa de los fríos intensos. Hay material combustible, pues se deshidrata la vegetación y eso favorece para que haya incendios forestales", señala.
También advierte que durante la temporada de calor, el agua suele ser más escasa y en caso de no mantener una buena hidratación entre los habitantes, seguramente habrá complicaciones a la salud.
A causa de la sequía y la deforestación, sostiene, las montañas no generan agua suficiente; "el Cofre de Perote no tiene glaciales y los del Pico de Orizaba están muy reducidos, por lo que las descargas de agua se escurren muy rápido", asegura.
"El cambio climático tiene efectos y entre estos también hay un riesgo para poblaciones humanas, pues hay escasez de agua y la situación se agudiza", manifiesta.
"La temporada que viene cuenta con alta probabilidad de incendios forestales, pues los fríos y heladas secaron parte de la vegetación y ahora se esperan calores extremos", dice el especialista.
También señala que es necesario que el sector ambiental sea tomado con una mayor importancia y se destinen mayores recursos para su atención a través de programas y estrategias que garanticen la preservación de áreas verdes y fuentes de agua.
Asimismo, resalta la importancia de que la población adopte una adecuada cultura del cuidado del agua para evitar su despilfarro.