Con 75 metros, el Sara Kulturhus es uno de los edificios de madera más altos del mundo, dominando la ciudad de Skellefteå, al noreste de Suecia.
Escandinavia encabeza la tendencia de la edificación de torres de madera cada vez más elevadas y difíciles de construir pero menos contaminantes.
"Los pilares con el armazón, en su interacción con el acero y la madera, son los que soportan los 20 pisos del hotel", explicó Therese Kreisel, quien es el responsable de la planificación urbana.
El rascacielos, que incluye un centro municipal y un hotel, fue inaugurado a finales de 2021 en esta ciudad de unos 35 mil habitantes al norte de Suecia.
"Incluso los pozos de ascensor son enteramente de madera. No hay yeso, ni juntas ni aislamiento en la madera. Esto es único para un edificio de madera de 20 plantas", contó Kreisel durante una visita guiada.
Aquí el bosque está por todas partes y la construcción de casas de madera es una tradición antigua. Pero, al igual que en otros países nórdicos, la construcción de edificios y torres va en aumento gracias al progreso tecnológico de esta zona.
Los arquitectos suecos, que cuentan con importantes recursos forestales y conocimientos tradicionales en la materia, quieren ser pioneros y hacer avanzar el sector hacia métodos más responsables.
De acuerdo con Robert Schmitz, uno de los arquitectos de la torre, el proyecto Sara Kulturhus demuestra que es posible construir en madera algo así de grande y complejo:
"Y cuando se tiene esto como referencia en cualquier discusión, siempre se puede decir: 'hicimos esto, ¿cómo se puede decir que no es posible'", añadió.
El centro cultural Sara compite con una torre de 85 metros construida recientemente en Brummundal, al sureste de Noruega, y con una de 84 metros en Viena, por el título del edificio de madera más alto del mundo.
Aunque una torre en construcción en Milwaukee, Estados Unidos, con un poco más de 86 metros de altura, deberá arrebatarles el trofeo en unos meses.
Legos apilados
"Había muchos más retos porque era de madera, pero eso nos permitió abrir puertas y pensar de nuevas maneras", dijo otro arquitecto llamado Oscar Norelius.
Las habitaciones del hotel fueron prefabricadas y después "apiladas como piezas de Lego.
Para Anders Berensson, otro arquitecto de Estocolmo que tiene la madera en el centro de sus proyectos, hay ventajas en el uso de estos materiales:
"Si algo se pierde al cortar, basta tomar el cuchillo y la sierra y ajustarlo directamente en el sitio. Eso es alta tecnología y artesanía al mismo tiempo", destacó.
Pero la principal ventaja de la madera en la construcción es climática, ya que el cemento y el acero, dos de los materiales más utilizados en la construcción, son grandes emisores de CO2.
En contraparte, la madera emite poco durante su fabricación y sigue secuestrando gran parte del CO2 que absorbe el árbol, incluso en el edificio. Es más liviano y requiere menos cimientos.
Según el último informe de expertos climáticos de la ONU, la madera como material de construcción puede ser hasta 30 veces menos intensiva en CO2 que el cemento, y de cientos a millares de veces menos que el acero.
Los esfuerzos mundiales por reducir las emisiones generan cada vez más interés por los edificios de madera, según Jessica Becker, quien es coordinadora de Trästad (Ciudad de madera), una organización que promueve la construcción con este material.
En Estocolmo, un complejo de edificios de madera que está a punto de concluir, Cederhusen, se ganó el título de construcción del año que otorga la revista especializada Byggindustrin.
"En los últimos años hemos visto las cosas cambiar. Estamos viendo un gran cambio ahora, es el momento clave; yo espero que otros países sigan este camino. Vemos por ejemplo Inglaterra, Canadá y otros sitios del mundo", dijo.
Lee también otros contenidos de Normal ⬇️