Conservar las fuentes de agua en el Cofre de Perote que dotan al 40 por ciento de la ciudad de Xalapa requiere de aplicar un plan regional e integral para recuperar las zonas de acuíferos, que integre a los tres niveles de gobierno y a las poblaciones, para una coordinación única que evite que siga la tala ilegal en las partes altas del Parque Nacional.
Es la opinión del biólogo Héctor Narave Flores, coordinador de la Maestría en Gestión Ambiental para la Sustentabilidad de la Universidad Veracruzana y Leopoldo Chávez Hernández, comisariado ejidal del ejido Agua de los Pescados -zona donde se encuentran los manantiales que abastecen a Xalapa- quienes coinciden en que faltan acciones para erradicar la tala ilegal del bosque.
El lugar donde nace el agua
En las faldas del Cofre de Perote, de manantiales del ejido Agua de los Pescados, brota el agua que abastece a cerca de 40 por ciento de la que consumen los habitantes de la ciudad de Xalapa. Las familias que habitan aquí protegen y conservan más de 600 hectáreas de bosque para mantener las fábricas de agua.
Leopoldo Chávez Hernández, comisariado ejidal del ejido Agua de los Pescados, en el municipio de Perote, expone que son alrededor 109 ejidatarios, pero prácticamente son 109 familias las que participan en las labores de protección del bosque que realizan desde al año 1937, cuando se publicó el decreto de creación de un Parque Nacional alrededor del Cofre de Perote, volcán que con sus 4 mil 282 metros de altitud es el octavo más alto del país.
Explicó que trabajan todos los días para conservar las fábricas de agua en la zona del Cofre de Perote, pero señala que se requiere de desarrollar programas de protección para erradicar la tala ilegal en las zonas más altas.
Apunta que son cerca de mil 269 hectáreas, casi todo el territorio del ejido Agua de Los Pescadores, dentro del área natural protegida, que ellos protegen, más las hectáreas que utilizan para producir papa y maíz.
Explica que existen cuatro manantiales en el ejido que son las que surten a Xalapa del 40% del agua que consume. “Por eso consideramos vital los apoyos que nos dan por el servicio que damos”.
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Don Leopoldo Chávez comentó que ellos trabajan para mantener la parte del bosque que les corresponde, pero el problema que observan es que los vigilan a ellos, “pero vemos mal que nos están vigilando como si nada más nuestro bosque estuviera en el Parque Nacional”.
Indica que pareciera que después de su lindero, para arriba, que es la parte más alta del bosque y de los bienes naturales nacionales, lo que pertenece a la plena falda del cobre está completamente descuidado.
Es urgente y necesario, subraya que el gobierno del Estado tiene guardaparques, hay responsables de que se proteja el bosque y no lo hacen, eso es lo que no se entiende. “Si ustedes se dieran una vuelta, se darían cuenta de si es cierto o lo que les estoy comentando, el bosque está completamente descuidado. Sigue la tala”.
Don Leopoldo Chávez indica que como comisariado ejidal exige que las autoridades de todos los niveles de gobierno actúen para evitar la tala ilegal y que haya más apoyos para las personas que habitan en las zonas altas para vigilar la zona, no solo este ejido.
Remarca que es obligación del personal de gobierno cuidar el parque nacional. “Y no nada más los bienes nacionales que están en su ejido, porque tienen responsabilidad”.
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Indica que como ejidatarios tienen una responsabilidad de cuidar el bosque, “por lo que pedimos que no dejen sin protección el resto del bosque”.
Apunta que es totalmente injusto que se les acuse por utilizar leña como parte de sus necesidades, ahora con el frío usan leña, pero únicamente eso. Pero no hacen nada contra quienes talan como negocio.
Hay que detener la deforestación en el Cofre de Perote
Héctor Narave Flores expone que en este momento la deforestación en las zonas de los acuíferos del Cofre de Perote es grave, pero el clima y las condiciones ecológicas actuales ayudan a que el sitio tenga una buena regeneración, lo que comparativamente es más rápida que en otras regiones con una situación más adversa.
El biólogo Narave Flores subraya que si se toman acciones para detener la tala, y se aplican y siguen programas adecuados de reforestación, es decir, con especies correctas, “de buen tamaño, si se plantan bien, se hace en la en la época adecuada, y se les da seguimiento, en unos 20 años se tendrían bosques de buen tamaño, recuperados y en las condiciones de ofrecer los servicios ambientales como dotarnos de agua”.
Los bosques como el Cofre de Perote, expresa, proporcionan, particularmente la generación de acuíferos y el secuestro de carbono que son vitales para mantener el ecosistema de la región.
El académico de la UV indica que para proteger y conservar este bosque que es vital para que Xalapa y la región tengan agua, porque es una fábrica de agua, en su opinión primero se requiere establecer programas socio ambientales en los que se debe integrar a los habitantes y dueños de los sitios en donde están ubicadas las fábricas de agua.
Para el gobierno y entidades encargadas de la protección de estos sitios debe ser una prioridad integrar a las poblaciones locales porque por lo regular son localidades consideradas marginadas y ese factor es fundamental. “Hay que darles opciones porque son las personas más interesadas en proteger los sitios donde habitan”.
Asimismo, dice que es imprescindible que se revisen los balances hídricos, es decir, que se haga un trabajo de campo a profundidad para saber cuánto llueve, cuanto infiltra y escurre en las principales corrientes de la montaña. ¿Cuánto se está extrayendo y dónde? Si no se saben esas cuestiones será complicado hacer un proyecto serio.
Agrega que otro punto importante es retirar las descargas de aguas residuales y las fuentes de contaminación, además de fortalecer los mecanismos de vigilancia gubernamentales y ciudadanos principalmente con los habitantes e implementar un programa de reforestación bien planeado de corto y mediano plazo en los sitios estratégicos. Y reforestar todas las riberas y márgenes de los cuerpos de agua.
Indica que dadas las condiciones climáticas actuales, en la que la región y el mundo padece por sequías más agudas y prolongadas y lluvias torrenciales es necesario desarrollar programas regionales integrales en las zonas de generación de acuíferos, con una coordinación única en el que participen todos los actores involucrados.
Apunta que deben estar los gobiernos de los tres niveles y sus diversos sectores ganadero, agrícola y desarrollo territorial, además de los sectores forestal y ambiental, pobladores, academia y organizaciones de la sociedad civil, para que haya una verdadera coordinación y no cada uno por su lado y con sus metas.
Otro punto importante, concluye, es que los proyectos que se emprendan sean con una planeación a mediano plazo y que se fortalezca la vigilancia para evitar que continúe la tala del bosque.
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Parque Nacional del Cofre de Perote en riesgo
De acuerdo a la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales fue en mayo de 1937 que este sitio se decretó como Parque Nacional la montaña Cofre de Perote o Nauhcampatépetl que significa “Cerro de los cuatro costados”, con el objetivo de conservar los bosques que la cubren, ya que esta vegetación es la que determina el equilibrio entre los diversos factores naturales, que intervienen en la climatología e hidrología de la región.
Abarca parte de los municipios de Perote, Xico, Ixhuacán de los Reyes y Ayahualulco. Este sitio alberga una de las montañas más elevadas del país, además de extensos bosques que la cubren y que hacen de ella un museo natural de flora.
La Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas a través del estudio “Tasa de Transformación del Hábitat del Cofre de Perote”, expone que la mayor transformación ocurrida en los periodos de 1995 al año 2000, el sitio tuvo una pérdida de cobertura boscosa que representa el 9.43% de la superficie total del Área Natural Protegida, ocasionada por un incendio forestal de grandes dimensiones registrado en el año 1998.
Alerta que la causa principal de la transformación negativa o pérdida de cobertura forestal en el Parque Nacional Cofre de Perote del periodo de 17 años que comprende este estudio (1995 -2012), son los incendios forestales. Sin embargo, la perturbación que ha sufrido esta zona data de muchos años atrás del periodo analizado en este estudio, y de acuerdo a cifras y gráficas presentadas, la zona agrícola, junto con la superficie de pastizales inducidos y asentamientos humanos representan actualmente el 51.93% de su superficie total.
El organismo apunta que la mayor afectación es propiciada por las actividades humanas, principalmente por la agricultura y el pastoreo, extendidos a gran escala en la región circunvecina, rebasando los límites del Área Protegida y afectando severamente sus ecosistemas.
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