Una de las múltiples consecuencias del calentamiento global es que los océanos y sus ecosistemas sufren modificaciones. Una de las más alarmantes, que se descubrió hace cuatro décadas, es la del blanqueamiento del coral.
Los especialistas alertaron sobre los primeros indicios de este fenómeno a principios de los años ochentas, pero fue hasta 1997 cuando tuvo lugar el primer blanqueamiento masivo de esta especie a escala global, por el que miles de corales se blanquearon y murieron. Unos años después, en 2010, ocurrió el segundo blanqueamiento a escala global.
El blanqueamiento del coral, en pocas palabras, es una manifestación de que esta especie no está sana, como dice Ruth Gates, bióloga marina especializada en arrecifes de coral y ex directora del Instituto de Biología Marina de Hawaii:
“El blanqueamiento del coral es una respuesta al estrés, así como la fiebre lo es en los humanos. Si la temperatura aumenta sólo un poco más de lo normal, el coral se comienza a blanquear, las plantas que están en él y su habilidad de proveer alimento se ve truncada”.
El coral empieza a debilitarse porque pierde la capacidad de obtener alimento, pasando hambre hasta quedar sólo en un esqueleto blanco. Si el coral presenta un blanco muy vivo es porque aún está vivo, aunque ya no permite que nada crezca en él, pero si presenta un blanco pálido, significa que lleva varios días o meses muerto.
“En un arrecife sano se aprecian estructuras entrelazadas una con la otra, compitiendo por espacio. Son como armazones tridimensionales, expertos en crear rascacielos, y mientras más compleja la estructura, más biodiversidad puede vivir en él. Los corales deciden ser sofisticados de un modo muy discreto”, agrega la especialista.
¿POR QUÉ DEBERÍA IMPORTARNOS?
Estos animales son la base del ecosistema marino. Más del 25 por ciento de la fauna depende de los arrecifes de coral, cuyos arrecifes son un sitio para vivir y proveen de alimento para cientos de otras especies.
Existen alrededor de seis mil especies de coral, algunas de ellas tienen estructuras que aparentan esqueletos o arbustos. También, tiene colores que van desde el azul pálido hasta el amarillo neón.
Los arrecifes están formados por corales sanos que pueden verse como ciudades llenas de rascacielos y vecindarios llenos de habitantes. En dicho espacio los organismos interactúan y se ayudan entre sí mediante la simbiosis.
Los corales mantienen una relación simbiótica con las algas, que les proporcionan los nutrientes y la energía necesaria para abastecer de alimento a los demás organismos.
Cada coral está constituido por miles de pólipos, que son estructuras pequeñas con bocas circulares rodeadas de tentáculos. Dentro de los pólipos hay microalgas, las cuales hacen fotosíntesis y proveen alimento a la estructura principal, haciéndola crecer alrededor de su esqueleto.
EL BLANQUEAMIENTO
Tras la aparición de este fenómeno, ha sido todo un reto comunicar la gravedad de la situación. Tan sólo en los últimos 30 años, se ha perdido el 50 por ciento de los corales del mundo.
Sólo bastaron dos grados en el aumento de la temperatura global para que los mares sufrieran las consecuencias. Esta es la principal repercusión en el mar derivada del calentamiento global.
Encontrar pelusas en sus puntas es otro indicador de que el coral ya murió. Cabe destacar que la pérdida de la coloración es producto de la separación entre las algas y el coral, y que estas se desprenden de la estructura conforme sube o baja la temperatura.
¿CÓMO NOS AFECTA?
El océano es el origen de la vida en el planeta, ya que controla el clima, la temperatura y el oxígeno. Sin un océano saludable, no hay un planeta saludable.
A pesar de que el fenómeno del blanqueamiento sólo es visible en el océano, también trae afectaciones a nuestro sistema social, económico y de salud.
En el mundo, más de mil millones de personas dependen de los arrecifes, siendo su principal fuente de alimento. Por otra parte, diversas comunidades basan su cultura e ideología en el agua y la madre tierra, y sin estos recursos naturales su identidad se vería trastocada.
En algunos lugares, también es una importante fuente de ingresos para comerciantes locales, nacionales e internacionales, quienes abastecen de alimentos a tiendas, hoteles y restaurantes.
Por otro lado, la industria farmacéutica ha lanzado medicamentos como la Prostaglandina, un fármaco que ayuda a combatir el cáncer, además de la Bristaina, sustancia que es utilizada con el mismo fin.
De igual manera, los arrecifes fungen como barreras naturales que protegen las costas de los ciclones y tormentas tropicales, por lo que ayudan a que estos tengan un menor impacto al llegar a tierra.
“Hay muchas cosas en las que no sabemos que nos puede ayudar el coral dentro de la sociedad. Tenemos que dejar de pensar que los problemas del océano son problemas que no nos conciernen a nosotros”, agrega Ruth Gates.
¿QUÉ PODEMOS HACER?
Existen prácticas individuales que todos podemos llevar a cabo para disminuir el riesgo en el que estas especies se encuentran.
La primera de ellas podría ser evitar la utilización de sustancias químicas cuyos componentes desconocemos, ya que dichas sustancias llegan en grandes cantidades al océano, lo que puede resultar tóxico para las especies que habitan en él, de acuerdo con Perla Acevedo, Doctora en Ciencias y Posdoctora en Parasitología de la UNAM.
Llevar a cabo un uso adecuado de las sustancias químicas que se utilizan para la limpieza reducirá la cantidad de químicos artificiales que terminan en los mares.
Por otra parte, hay que respetar la flora y la fauna para no amenazar la vida de cientos de especies. Por ejemplo, la introducción de carpas a cuerpos de agua en donde no suelen habitar naturalmente, supone un riesgo para los peces más pequeños del lugar y esto los puede llevar a la extinción local, e incluso, si la especie es endémica, su extinción puede ser definitiva.
También es importante no invadir los arrecifes. Algunos destinos turísticos ofrecen visitas a estos ecosistemas para observar de cerca a los peces y los corales. Sin embargo, dichas visitas pueden resultar contraproducentes para las especies ya que sufren de estrés.
Igualmente, destruir o invadir sus ecosistemas hace que el espacio en el que habitan se reduzca, lo que los lleva a luchar entre sí mismos por alimento, espacio o reproducción, y como no todos los organismos logran esa adaptación, se ven severamente reducidos.
LA MAYOR REPRESENTANTE DEL CORAL
La Gran Barrera de Coral es la estructura más grande del mundo construida por seres vivos y se encuentra frente a la costa de Queensland, en el noreste de Australia, con más de dos mil kilómetros cuadrados de arrecife.
Dentro de esa cultura, el arrecife ha sido el principal representante del paisaje. Por generaciones, los isleños han navegado alrededor de él compartiendo sus mitos y tradiciones. Cada año, miles de turistas visitan las aguas tropicales de Australia para admirar la octava maravilla del mundo, como la llaman los australianos.
Esta es una de las áreas con más biodiversidad en todo el mundo, que también está siendo afectada por el blanqueamiento. Sin embargo, conservacionistas y el gobierno australiano ya están trabajando para salvar este paraíso marino.
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