"Educación de emergencia” es necesaria para combatir efectos del cambio climático

En Cátedra Unesco, Édgar González, expuso que la educación con tintes de alfabetización ecológica o desarrollo sostenible ya es insuficiente

Maribel Sánchez / Diario de Xalapa

  · lunes 7 de octubre de 2024

Édgar Javier González Gaudiano, Medalla al Mérito Ecológico “Dr. Gonzalo Halffter” | Foto: René Corrales / Diario de Xalapa

Xalapa, Ver.- Para actuar en contra del cambio climático, la educación con tintes de alfabetización ecológica o de desarrollo sostenible ya es insuficiente, declara Édgar Javier González Gaudiano, Medalla al Mérito Ecológico “Dr. Gonzalo Halffter”.

El experto opina que se debe iniciar una “educación de emergencia” para preparar contra el desastre, adaptarse a las consecuencias y prever futuros alternativos; la intervención educativa se proyecta en la vida cotidiana, no solo en las escuelas, puntualiza.

“Hay que asumir responsabilidades individuales y colectivas a través de un sustrato político; en el proceso de educar para el cambio se debe exigir a las autoridades asumir sus obligaciones y defender el bien común”.

En la inauguración de la Cátedra Unesco, Educación para la Ecociudadanía y la Sustentabilidad, sostuvo que el modelo consumista desvía la mirada del “inminente colapso”.

El científico describe como falsa la idea de que la falta de información y conocimiento impidan cambios reales en el tema; ejemplifica con el caso de los fumadores, pues en las mismas universidades los hay.

Un involucramiento emocional de parte de las personas es lo que se requiere porque, enfatiza, prolifera información mediática impropia y distorsionada del fenómeno climático.

“Esa visión lleva a la gente a pensar que si el problema es tan grande y complejo, poco puede hacer; cree que le corresponde a corporaciones, institutos o grandes naciones”, expresa.

Uno de los puntos mencionados para empezar a hacer cambios es tomar conciencia de las consecuencias del consumismo desbordado a nivel mundial.

El experto opina que se debe iniciar una “educación de emergencia” para preparar contra el desastre, adaptarse a las consecuencias y prever futuros alternativos | Foto: René Corrales / Diario de Xalapa

También, impulsar capacidades de resiliencia social, rechazar los modelos universalmente aplicables y promover un estilo de vida no materialista que incluye los derechos de todos los seres vivos.

Además, impulsar el desarrollo de destrezas que faciliten el seguimiento autorreflexivo de las acciones y resaltar la relevancia de aspectos psicosociales, evolutivos y éticos del fenómeno.

“Quieren la última tecnología o los zapatos o ropa de moda; eso presiona para desviar el fenómeno del consumismo y lleva al ambientalismo blando: hacer muchas acciones que son correctas e importantes, pero no son la solución del problema”.

Además de señalar que estudiantes y ciudadanía se han formado en gran parte con información que dan la televisión y las redes sociales, opina que es urgente una transformación social donde la ética es fundamental.

Educación profesional

En el área profesional, la educación ambiental tiene que tener como base un “currículum de emergencia”. “No se puede negar la ruina socioambiental en marcha”, dijo en la USBI-Xalapa.

El director general de la Unidad de Estudios de Posgrado de la Universidad Veracruzana expuso que la planificación del currículum debe ser desde lo científico, lo social y lo político, con un trabajo colaborativo, percepción social del riesgo y compromisos ecociudadanos.

Destacó también el impulso a los conocimientos de las ciencias del clima y las sociales, así como la negociación política y alianzas internacionales, además de una normativa sobre tolerancia de riesgos.

Dijo que actualmente, muchos de lo procesos curriculares están sesgados, creados con una capacidad presupuestal, institucional, humana y política reducida.

En la inauguración de la Cátedra Unesco, Educación para la Ecociudadanía y la Sustentabilidad, sostuvo que el modelo consumista desvía la mirada del “inminente colapso” | Foto: René Corrales / Diario de Xalapa

Por si fuera poco, observó “escasa capacidad docente y discente; no hay estrategias didácticas situadas, pertinentes ni de construcción de sentido”.

Para contextualizar, recordó que décadas atrás se impulsó más una educación con claros tintes de alfabetización ecológica, tanto en libros de texto gratuito como en lo que circulaba en los medios de comunicación.

“Cuando esta alfabetización se agotó, se empezó a hablar de una educación para el desarrollo sostenible -que tendría que ser sustentable-, pero aparece como proceso de la Unesco y no deja de ser una educación alineada a las instituciones y países”, manifestó.


Mantente informado de este y más temas en nuestro canal de YouTube ↓