Ante la llamada “revolución verde” y el interés por sembrar árboles en áreas urbanas, ya hay una guía a tomar en cuenta, así como los nombres de especies que se pueden plantar en Xalapa y municipios de la región.
¿Qué se debe de tomar en cuenta antes de sembrar un árbol?
Además de tomar en cuenta el tipo de suelo, el tamaño del espacio a arborizar, las posibles plagas y quién se hará cargo del cuidado, en tallas bajas para lugares pequeños recomiendan la magnolia grandiflora, la pata de vaca o pezuña de buey, el achiote y el izote.
Rafael Ortega Solís, integrante de la Coordinación Universitaria para la Sustentabilidad (Cosustenta) de la Universidad Veracruzana (UV), informa que las mencionadas no son especies de raíces agresivas.
También se puede optar por árboles frutales como el níspero, con la consideración de que en entornos urbanizados, si no hay buen manejo de la fruta se generará descontento en la población; si no se recoge, habrá insectos y variados olores.
Una sugerencia adicional es reflexionar sobre la cantidad de hojas que se desprenden; de las nombradas, solo la conocida como pata de vaca genera mayor caída de hojas.
Especies medianas y grandes de árboles para sembrar
Para lugares abiertos y con redondeles grandes, la sugerencia son frutales con la consideración ya señalada, así como la marambola, liquidámbar, encino (con manejo de poda), pimienta y trema.
En tallas grandes-altas está incluido el liquidámbar, el haya, el fresno, algunos robles y las primaveras.
Rafael Ortega Solís, responsable del Eje de Gestión Integrada de Áreas Verdes en la Cosustenta, enfatiza que se trata de sugerencias generales; es necesario un diagnóstico de cuántos árboles va a soportar el espacio a arborizar y el tipo de suelo.
En la capital del estado, ejemplifica con la zona de Arco Sur y Lomas Verdes, donde todavía hay suelo arcilloso y compactado, para lo cual primero se debe hacer un tratamiento especial.
Explica que esta área cuenta con una historia de pastizales, se raspó la materia orgánica que pudo haber tenido y solo quedó el suelo mineral; se requiere entonces una estrategia de mejora del espacio y dejar que crezcan las hierbas pioneras, las cuales aportarán materia orgánica.
Pasados uno o dos años, se podrán colocar árboles asociados, como tremas, y en dos o tres años habrá una cubierta verde. Posteriormente se podrán incorporar otras especies, indica.
Especifica que hay que hacer manejos diferentes. En jardinera, es un árbol que se quedará allí, pero en espacios abiertos el diagnóstico es de toda el área. Un primer paso es generar comités.
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¿Se puede quitar pavimento para sembrar árboles?
En cuanto a la idea de quitar pavimento, puntualiza que se debe notificar a las autoridades locales, Parques y Jardines y Desarrollo Urbano, para saber si se puede hacer la modificación de la banqueta.
Si hay oportunidad de hacerlo, como el suelo estuvo sometido a presión de plancha de cemento, habrá pocos microorganismos. Las indicaciones son sacar el suelo que tenga ese espacio y retirar al menos 40-60 centímetros para enriquecerlo con tierra de monte, con microorganismos y materia orgánica.
“Si ya hay espacio abierto, el suelo se enriquece incorporando materia orgánica y con riego; lo importantes es que puede ser muy rico el suelo pero si no hay humedad, los nutrientes no van a estar disponibles”.
Las personas interesadas en obtener información específica del lugar que les gustaría arborizar pueden escribir a cosustenta@uv.mx con el asunto “Arborización informada”.
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Planificación para arborización en la ciudad
En la charla híbrida “Arborización informada por la acción climática, una decisión para el futuro”, el ponente subrayó que plantar especies arbitrariamente no es una solución por sí misma, el éxito depende de una gestión adecuada.
También dijo que para estas acciones debe existir planificación y tomar en cuenta que el mantenimiento es una cuestión económica.
“Se puede sembrar un árbol que crecerá 20 metros, afectará el cableado eléctrico y se generarán gastos de poda para los ayuntamientos. Es importante un fondo diagnóstico de proyección”.
Añade que si no se ubica en buen lugar, el árbol dañará la infraestructura urbana y generará riesgos: “Es común que se caiga desde la raíz porque su sistema subterráneo no logró desarrollarse en condiciones normales”.
Beneficios de sembrar árboles
“Los espacios arbolados juegan un rol importante en la regulación del clima y son importantes para contrarrestar la contaminación generada por actividades humanas”, expresa Rafael Ortega Solís.
Enumera los siguientes beneficios: “Captan el dióxido de carbono y lo transforman en oxígeno, aportan sombra generando un confort térmico y funcionan como atenuante de ruidos”.
También permiten la infiltración del agua, ayudando a recargar los mantos acuíferos, y en las ciudades que tienen suficiente superficie verde, los riesgos de inundaciones disminuyen.
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Guía práctica para sembrar árboles
La guía práctica presentada incluye cinco pasos:
1) Conocer el espacio. Se debe conocer la superficie del espacio a arborizar, la estructura y la composición arbórea actual para poder definir cuántos individuos nueves soporta el sitio y como se integraran al espacio.
2) Definir la especie. Las especies deben ser características de la región y adaptadas a entornos urbanizados. Se debe contemplar las tallas finales y su tipo de raíz como principal determinante para colocación en un espacio.
3) Preparar el espacio. Algunos espacios, al ser entornos urbanizados requieren de mejora en las condiciones de suelo, por ello, se recomienda hacer diagnóstico específico del tipo de suelo donde se lleve a cabo la intervención.
4) Diseñar la siembra. Involucrar a la comunidad que usa el espacio y plantear fechas idóneas para la plantación de las especies. Es importante tomar factores ambientales (temporada de lluvias, temporada invernal).
5) Cuidados de establecimiento y mantenimiento. El arbolado recién plantado se debe regar cada tercer día, dependiendo de las condiciones climáticas y la temporada de siembra. Esta práctica de riego permite asegurar la adaptación óptima del árbol.
