A los efectos negativos que las actividades naturales y humanas tienen en el sistema arrecifal protegido Lobos-Tuxpan ahora se suma el cambio climático, que se convierte en una amenaza para la salud de este ecosistema, advierte Adán Guillermo Jordán Garza.
El investigador, experto en ciencias del mar, da a conocer además que no se han podido erradicar los signos de enfermedades en algunas colonias detectados en estudios pasados.
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En conferencia con motivo del Festival UV Mar, apuntó que la presencia de enfermedades que perjudican a los corales podrían estar causando ya una baja de cobertura coralina.
Y es que al enfermarse las colonias puede haber mortalidad parcial, cambios en la estructuras del tamaño y en la composición de especies, menciona.
Localizados frente a las costas de los municipios de Tamiahua y Tuxpan, en el norte del estado, los arrecifes coralinos protegidos se encuentran vulnerables ante las anomalías de temperatura, igual que los demás del mundo, enfatiza el científico.
Detalla que las anomalías de temperatura contribuyen al blanqueamiento del coral y, aunque algunos logran recuperarse, sus sistemas inmunitarios están debilitados y en muchos casos mueren.
El investigador de la Universidad Veracruzana apunta que la conservación del sistema arrecifal significa un gran reto al que la sociedad en general está convocada a sumarse.
¿Qué prácticas afectan a los arrecifes?
Entre las prácticas que dañan a los arrecifes están la pesca excesiva, el desarrollo costero, la sedimentación y la contaminación, así como la pesca del pez perico (loro).
Estos peces herbívoros ayudan a conservar los arrecifes de coral al eliminar las algas que los cubren y que les quitan luz y oxígeno, detalla.
¿Por qué son importantes? De acuerdo con la Comisión Nacional de Áreas Protegidas, “los arrecifes de coral ocupan menos de una décima parte del 1 por ciento de la superficie del océano pero albergan a un cuarto de todas las especies marinas conocidas y proporcionan múltiples beneficios ambientales y económicos”.
Protección
Adán Guillermo Jordán expone la necesidad de desarrollar un pensamiento crítico, una cultura científica y humanística, con el fin de evitar engaños y tomar mejores decisiones.
Entre otras, indica no consumir peces perico o herbívoros bajo ninguna circunstancia, respetar las zonas naturales y no contaminar.
“En sociedad, hay que cuidar nuestros ecosistemas y defenderlos, y eso a veces implica movilización social, porque sabemos que generalmente son los intereses económicos los que van a ganar sobre los ecológicos”, expresa.
Para trabajar a favor de los arrecifes de coral declara que se necesita trabajar en colaboración con la academia y distintos manejadores para vigilar el estado del ambiente de los corales.
Señala que la calidad agua es muy importante, por lo que se debe cuidar los manglares por ser un filtro natural. También, exigir plantas de tratamiento efectivas, un buen manejo de residuos, y regulación y vigilancia en playas.
Otras acciones que nombra son monitoreo, investigación, tomar medidas preventivas y correctivas y realizar divulgación de la ciencia dirigida a todos los sectores.