Reinventó la Navidad con tejido; así lo hizo Eva Fouché

En la pandemia tuvo un momento de calma y comenzó a tejer, actividad que aprendió a los 13 años

Ingrid Ruiz | Diario de Xalapa

  · miércoles 28 de diciembre de 2022

Eva María Fouché Mellado lamente que ahora pocas personas practiquen el tejido | Foto: Raúl Solís | Diario de Xalapa

VERACRUZ, Ver.- La Navidad tejida llegó a la casa de doña Eva transformada en un enorme pino, piñatas, series y un hermoso nacimiento todos bordados a mano con mucho amor y paciencia para preservar la artesanía a base de la fibra de tejido.

Los radiantes colores que destellan en toda su casa ubicada sobre la avenida 5 de Mayo en el primer cuadro de la ciudad se han vuelto parte de un atractivo que se viralizó en todas las redes sociales luego de que su hija Cinthya trepara las fotos a su perfil.

En entrevista para Diario de Xalapa, Eva María Fouché Mellado relata que desde los 13 años aprendió a tejer, una actividad que recuerda era parte de la educación primaria como una materia adicional.

Sin embargo lamenta que en la actualidad son pocas las mujeres que se interesan por aprender sobre el tejido, sin tomar en cuenta todos los bonitos diseños que se podrían hacer desde prendas como blusas, abrigos, gorros, bufandas guantes, cobijas y demás.

¿Cuándo aprendió a tejer Eva María Fouché Mellado?

“Yo aprendí a tejer cuando tenía 13 años por una vecina que pacientemente me enseñó y desde ahí lo empecé a practicar, por ratos hacía algunas prendas para mis hijas; ahora que nació mi nieto, se pueden hacer tantas cosas, ve todo lo que yo he hecho, es una lástima que pocas mujeres lo sigan haciendo”, expresa.

Comenta que aunque el tejido es una de sus grandes pasiones, el hogar, las hijas, el esposo y el trabajo le impedían dedicarse cien por ciento a esta actividad.

Menciona que hasta antes de la pandemia junto con su esposo y sus hijas atendían un restaurante por lo que tenía muy poco tiempo para sentarse en su sillón favorito y ponerse a tejer. “Aquí era un restaurante, estaba ocupadísima, pero con la pandemia las ventas como en todos los negocios se fueron abajo, la gente se encerró en sus casas y nosotros tuvimos que cerrar, ya mis hijas están grandes y vino mi nieto así que tuve más tiempo y es cuando empiezo a dedicarme más al tejido”, recuerda.

Una de sus primeras creaciones es un enorme reloj que se encuentra en la pared, justo debajo de un cómodo sillón donde dedica varias horas a su actividad.

Además de diseñar varios conjuntos tejidos para su nieto, empezó a crear algunos artículos de decoración para su hogar y seis meses antes de esta navidad empezó con la gran creación, un enorme pino navideño, todo tejido en colores vivos.

¿Cuánto tardó en bordar el arbolito de Navidad?

“Me llevé seis meses para elaborar el arbolito, desde el año pasado traía la idea porque fue que empecé a hacer cosas para mi nieto pero ya no me dio tiempo así que este año me apure, fui tejiendo cuadro por cuadro que se llaman granny y después los fui juntando tejido con hilo blanco, la estructura la hizo mi marido, hicimos varios intentos por colocarlos, tuvimos que hacerle algunas adecuaciones y para lo de las luces también no nos convencía mucho si por fuera o por dentro pero al final quedó muy bien, al menos a mi me gustó mucho, estoy contenta”, sostiene.

La casa además tiene decoraciones navideñas que emulan a las series de luces | Foto: Raúl Solís

No es solo el enorme pino que le da el toque navideño, en la casa también hay luces navideñas a base de hilos tejidos, piñatas, un hermoso nacimiento con todos sus integrantes tejidos y ponchitos que adornan las mesas del comedor. Asegura que se siente muy feliz de haber podido presentar este trabajo que ya venía visualizando desde el año pasado y por ello para este 2023 planea trabajar en la elaboración de una enorme piñata que sea parte del adorno de la calle de 5 de Mayo en el primer cuadro de la ciudad.

“Es algo muy loco pero vamos a ver que pasa, yo estoy muy emocionada por este trabajo, mi casa me da mucha alegría, ver tanto color no puedo estar enojada, si es un mal día solo miro alrededor y me pongo de muy buen humor al ver lo bonita que está mi casa y que todo lo hice yo”, añade.

Eva no descarta que en un futuro pueda dar clases de tejido para retomar esta actividad sin embargo tendrá que plantear bien el proyecto porque a la vez quiere reabrir su negocio de una cafetería. “Me llevé seis meses para elaborar el arbolito, desde el año pasado traía la idea porque fue que empecé a hacer cosas para mi nieto".