Xalapa, Ver.- En Xalapa, el espíritu navideño cobró fuerza la noche del 9 de diciembre con el séptimo desfile con el cual Sumando Voluntades y aproximadamente tres mil participantes recordaron la esencia de esta época: la alegría, la fiesta, la convivencia con familiares y amistades.
El tráfico que ha cauterizado a la ciudad en los últimos meses no fue impedimento para que miles de personas llegaran a Xalapeños Ilustres, Enríquez y Ávila Camacho para observar a los contingentes, que caminaban o bailaban lo mismo al ritmo de música actual que de villancicos y canciones tradicionales como “Burrito sabanero”.
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Duendes, reyes magos, renos, arlequines, hadas, ángeles, Santa Claus y Santa Cláusula, cientos de bailarinas y bailarines con gorros rojos, verdes o iluminadas coronas se ganaron el aplauso y los gritos de festejo de personas de todas las edades.
Los patrocinadores del desfile también contribuyeron a aumentar el entusiasmo al obsequiar termos, café, dulces, chetos, pelotas, bombones y recuerdos de la séptima edición del desfile navideño que se desarrolló bajo un cielo despejado, sin el tradicional chipichipi xalapeño.
El buen tiempo permitió que niñas y niños disfrutaran los distintos números presentados, muchos de ellos en los hombros de papá o en los brazos de mamá para tener una mejor vista.
En medio de la fiesta navideña no faltaron los villanos; a pie o en vehículos motorizados, los “Grinch” también hicieron su aparición pero no lograron su cometido, fueron más fuertes y entusiastas los grupos de “vanguardia” y las “marching band” de las secundarias locales que han destacado nacional e internacionalmente.
El desfile transcurrió sin contratiempos, despertando también el asombro con quienes participaron con aros de fuego, con botargas o en vehículos con bastones, globos, muñecos de nieve, regalos, inflables de osos y personajes de las caricaturas más populares.
Entre los espectadores sobresalieron los rostros con amplias sonrisas, los cuerpos que se movían al ritmo del grupo que pasaba frente a ellos y también quienes movieron la economía al adquirir globos, coronas, gorros y hasta arbolitos de Navidad con luz LED.
Conductores de taxis, de motos y de autos particulares también dijeron presente con el rugido de sus motores. Por más de una hora, el centro histórico de la capital del estado fue el escenario de una celebración que hasta bebés renos disfrutaron.
El regreso a casa en autobuses “atiborrados”, en taxis que elegían a dónde ir o en vehículo particulares que avanzaban lentamente fue el retorno a la realidad en Xalapa, donde a la misma hora, pero en el barrio de Xallitic, se celebró la posada navideña convocada por el ayuntamiento local.