Prácticamente desapareció la tradición familiar de imprimir tarjetas navideñas para enviar a sus seres queridos. Otra costumbre de la temporada que se va perdiendo es que los negocios obsequien a su clientela calendarios que se colgaban en las paredes de los hogares, explica Olivia Lagunes Medel, propietaria de CFG Publicidad.
Comenta que este año disminuyeron en más del 50 por ciento sus pedidos de almanaques. “Si los hay, hay pequeños negocios como tiendas de abarrotes, carnicerías y verdulerías que hacen sus pedidos, que antes eran por millar, pero ahora se reducen a un ciento”, lamenta.
- Puedes leer también: Integran Red Internacional de Municipios y Territorios Turísticos, ¿cómo funciona?
Explica que hay varios factores que inciden en esta situación de pérdida de costumbres que se tenían en antaño y que ya muy pocos siguen.
Una primera causa, subraya, es el cambio que han dejado las nuevas tecnologías. “Ya casi todo es digital o por redes sociales, por lo que nadie imprime tarjetas navideñas, que por cierto era una tradición hermosa de las familias que se felicitaban a través de una tarjeta personalizada con los apellidos de cada grupo familiar”.
Por lo que respecta a los calendarios, comenta que sí hay todavía comercios que hacen el gasto en esta temporada para agradecer a los clientes que tuvieron durante el año. “Hay comercios que pagan por un almanaque grande, pero hay otros que ante la crisis financiera optaron mejor por algo más pequeño y en menor cantidad”.
“Principalmente los negocios más pequeños son los que invierten, son los que gastan en mostrar su agradecimiento a los clientes y nos piden las impresiones, pero definitivamente son menos, “pero entendemos que es porque no tienen recursos para pagar”.
HAN CERRADO NEGOCIOS DE ESTE GIRO
Olivia Lagunes explica que este año y los anteriores han sido complicados para quienes se dedican a la serigrafía y diseñar invitaciones, almanaques o graban tazas. “Hay menos clientes, pero los impuestos no los cobran como si vendiéramos mucho”.
La realidad, comenta, es que ha visto cerrar muchos negocios de este tipo, “porque cada día hay menos clientes y porque los insumos están caros y así menos nos contratan”.
Cuesta más caro adquirir calendarios e invitaciones. “Sabemos que las familias están atravesando problemas económicos y eso nos afecta a los negocios, pero sí además los cambios tecnológicos van en contra de nosotros, pues imagínese lo complicado que es mantener este tipo de negocios”.
Su negocio es familiar y lleva más de una década funcionando en la avenida Xalapa, pero se complica todo cada año, no obstante, asegura que tiene la esperanza de que vengan tiempos mejores y puedan seguir trabajando, si se adaptan a los nuevos tiempos.
“Ya no imprimen invitaciones, pues ofrecemos hacerlos diseños de primera y así es que enfrentamos este futuro incierto para nuestros negocios, pero esperamos que en las próximas elecciones los partidos busquen a empresas pequeñas locales para hacerles todo el trabajo de serigrafía y así reactiven la economía y no se vayan a las empresas de México para ahorrarse unos pesos, pero no aporten nada a su región”, concluyó.