Fernanda Quintero estudió ingeniería química y tuvo la idea de crear la marca “Fer.menta” con “Ginger Beer”, cerveza de jengibre, “un refresquito que no causa daño” y que por el contrario tiene beneficios para quien lo consume.
Es un producto con el mínimo de alcohol, por lo que un niño mayor de un año lo puede consumir sin ningún problema, explica.
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¿Cómo es elaborada la bebida y cuáles son algunos beneficios al consumirla?
Su fermentación es lenta, de entre 15 días y tres semanas y lleva jengibre, agua y azúcar. “El azúcar se desenvuelve; es decir, la molécula del azúcar se desenvuelve y se vuelve gas”, por lo que se convierte en un excelente mezclador en lugar del refresco o para acompañarlo con mezcal y vodka.
Pero no es todo, esta bebida es antiinflamatorio, antiparasitario, antimicrobiano y con el fermento que vuelve todos los productos más bioconsumibles, hace que nunca se eche a perder.
“Tiene prebióticos al momento de fermentar se vuelven probióticos y posbioticos. Los prebióticos son los que alimentan a nuestra flora intestinal, los probióticos son los que se general al fermentar, son las bacterias positivas que están generando la flora, como la babita alrededor del intestino y los posbióticos son los que los mantienen a todos juntos”.
¿Dónde se puede conseguir y cuál es su costo?
Este proyecto, Fernanda lo inició en el 2020, tras varios experimentos para tener la receta que más le gustara y ahora lo presenta los sábados en el Mercado Bioregional de Coatepec Coatl y los domingos en el Tianguis Agroecológico de Xalapa, así como en restaurantes.
La botella retornable tiene un costo de 45 pesos y si regresan la botella, se les regresan sus cinco pesos por importe o a la siguiente solo les cuesta 40 pesos, pero se puede vender en vasitos o la presentación en “caguamita”.
“Esto es una opción alterna a los refrescos porque a veces necesitamos algo gaseoso, en las tardes ya agotados necesitamos esas burbujitas y esto lo tiene, pero es totalmente natural. No le inyecto gas, es un mismo proceso y yo lo mantengo muy respetuosamente, la cantidad de azúcar que le pongo es muy difícil que fermente, pero por eso va fermentándose lento y los fermentos lo que hacen es generar bacterias y el jengibre es antimicrobiano entonces se están peleando por no crear bacterias y crearlas, por eso podemos saber que es un producto totalmente inocuo”.
Su sabor dulce con gas, tiene un toque picante al final que da una sensación refrescante, totalmente orgánico.
Además de su innovador producto, apoyo a los campesinos pues el jengibre lo compra con un productor de Misantla y se vuelve así un círculo virtuoso.
“El azúcar es orgánica, el jengibre es orgánico traído de Misantla lo que también es en apoyo a los productores”, añadió. En redes sociales se puede encontrar como Fermenta.mx o Fernanda Quintero.