Originario de Zongolica, a sus 35 años, Francisco Armando Namigtle Margarito es médico tradicional y partero, lo que considera un don de Dios porque con sus conocimientos, ha contribuido en que mujeres que por mucho tiempo buscan ser madres, lo logren.
Rememora que desde que tenía cerca de 13 años, empezó a relacionarse con ello y fueron su bisabuela y abuela quienes le compartieron esos saberes que asegura, seguirán pasando de generación en generación.
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¿Cómo ayuda Francisco a las personas?
“Es un don por parte de Dios yo lo siento, que me ha regalado ese don tan hermoso de curar a personas que están un poquito mal de la cintura, de la cadera, de la espalda, de los pies y gracias a Dios esto es de generación en generación”. Con el paso del tiempo ha buscado actualizarse para mejorar sus diagnósticos y brindar ayuda más certera a sus pacientes.
Aunque terminó la preparatoria, señala que prefirió la quiropraxia o lo que en sus comunidades se conoce como “sobador y huesero”.
El dolor de espalda, dice, es uno de los principales padecimientos de la población y por lo que más lo buscan, así como problemas en el vientre de las mujeres.
“Me ha tocado la fortuna de que no se han podido embarazar y gracias a Dios se embarazan cuando se le cierra la cadera a la mujer, cuando cerramos todo el cuerpo, es cuando la mujer se embaraza. Ha pasado mucho eso de que, cerrando la cadera, las mujeres se pueden embarazar y eso es lo que más solicitan”.
Francisco platica que tiene su consultorio en Zongolica y ahora brinda consultas también en la zona de las Altas Montañas como Orizaba, Ixhuatlancillo, La Perla y Mariano Escobedo pues ha podido darse a conocer cada vez más como médico tradicional.
“Yo siento que los eventos que se hacen en Xalapa para dar a conocer la medicina tradicional le ha dado un realce a esto. Yo he venido varias veces y es un realce muy grande porque en las redes sociales últimamente esto se difunde y eso nos ayuda mucho”.
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Ahora con sus hijos y su esposa comparte del conocimiento de la medicina tradicional y ellos practican con él con el apoyo de hierbas y “medicamento tradicional, del monte”.