Veracruz, Ver.- Cuando Humberto Tejeda Hernández llegó a Veracruz para alcanzar a sus hijos intentó emplearse en algún trabajo formal sin embargo no lo logró. El no saber leer ni escribir fue la principal limitación por lo que se vio obligado a convertirse en pepenador y buscar entre los desechos plásticos, latas y cartón que le permitieran llevar el alimento a casa.
¿Cuál es la historia de don Humberto como pepenador en el puerto de Veracruz?
Mientras golpea una columna para liberar la varilla y poder venderla, Humberto de 64 años, relata que hace 15 años llegó de Altotonga para iniciar una nueva vida, ya que sus ocho hijos trataban de salir adelante en Veracruz y querían continuar juntos en familia.
“Llegué hace 15 años, ya todos mis hijos estaban aquí en Veracruz y decidimos con mi esposa venirnos para acá”, expresa.
Al principio trató de buscar trabajo en algún empleo formal pero nunca aprendió a leer ni escribir y nadie lo quiso contratar por lo que no tuvo más opción que empezar por su cuenta, buscando entre la basura productos que pudieran transformarse en dinero. No le da pena decir que es pepenador, pues afirma que todo es trabajo y que es mejor eso que andar robando.
“Todo es trabajo y si es pesado, pero ¿qué le hacemos? No aprendí a leer ni escribir, ando en la calle buscando fierro, latas, cartón, de lo que caiga, es mejor esto que andar robando. La policía me ve y me pregunta qué estoy haciendo yo les digo que ando buscando latas o lo que sea y ya me dejan en paz, pero si estuviera robando me llevan”, dice.
Incluso manifiesta que sus hijos lo apoyan económicamente, pero a él le gusta trabajar, mantenerse activo y con eso alejar enfermedades. “Mis hijos de vez en cuando me ayudan todos están trabajando, algunos independientes vendiendo comida y me dan algo pero a mí me gusta estar activo porque si no me enfermo”, expone.
Menciona que al día camina por la ciudad más de seis horas buscando entre los desechos y llega a recolectar varios kilos de cartón, varilla, latas o plástico, pero tiene que ponerse muy listo para que le paguen lo que es.
“Si junto bastante y estoy pendiente de lo que me pagan porque en una ocasión me di cuenta de que junté 10 kilos y me pagaron lo de siete kilos todo por no saber leer, pero de ningún modo no pierdo el ánimo, yo sigo trabajando”, afirma.