Ubicado en el centro histórico de Xalapa, en la calle Zaragoza, se encuentra un patrimonio artístico del que poco se habla. Se trata de la iglesia del Beaterio, cuya fundación se remonta a 1753.
Aunque el nombre de este patrimonio es Templo Expiatorio Sagrado Corazón de Jesús, es popularmente conocido como del Beaterio por haber tenido la función inicial de albergar en una capilla a catorce beatas.
Te puede interesar: Las Virtudes serán remodeladas, ¿cuál es la razón?
¿Qué hay dentro de la iglesia del Beaterio?
Los datos oficiales mencionan como información interesante el que haya sido también escuela pública y gratuita, y no mixta; era únicamente para niñas de escasos recursos.
Por las prisas y por estar en una de las calles más transitadas de la capital del estado, salvo los fieles, pocas personas se detienen a verla o visitarla, sin embargo, sí llama la atención de los turistas.
Fuera de la construcción católica de dos torres, una placa indica que se trata de un “patrimonio artístico”, aunque no da detalles de la arquitectura.
Destacan a primera vista sus pórticos de madera con relieves de rostros, mientras en la parte superior frontal también hay caritas de ángeles y querubines.
En el templo dedicado al Sagrado Corazón de Jesús sorprende en el interior una gran cantidad de vitrales, los más llamativos son los dedicados a la aparición de la virgen a Juan Diego, en el cerro del Tepeyac.
Con retablos neogóticos, la construcción definitiva se atribuye a la orden de los Jesuitas, o al menos es lo que consignan la historia oficial.
Lee más: En Xalapa puedes probar un rico café turco sobre arena, ¿lo conoces?
La placa informativa menciona que a finales del siglo XVIII, Rafaela Marín de Burgos fue quien fundó este espacio, como capilla, y después, Mateo Badillo, comerciante de origen europeo y avecindado en Xalapa, costeó la obra principal del Beaterio.
Detalla que asignó 120 pesos anuales para los gastos de la educación de hasta treinta niñas pobres; las clases iniciaron en 1795.
La construcción definitiva se atribuye a la orden de los Jesuitas que lo reedificó entre 1906 y 1908, y se dice que desde entonces solo se le ha dado mantenimiento.
Quien esté interesado en visitar este lugar debe saber que encontrará en su interior un mensaje de bienvenida: “¿Por qué te confundes y te agitas ante los problemas de la vida? Déjame al cuidado de tus cosas y todo te irá mejor…”.