Antes de los quince años José Armando Herrera Fernández ya tenía claro que se dedicaría a ser un técnico en reparación de lavadoras, refrigeradores, aires acondicionados, hornos de microondas y estufas que es el oficio familiar.
A esa edad ya contaba con los conocimientos básicos que se requieren para reparar. Ahora ya tiene 14 años de experiencia en este oficio que asegura le ha gustado y que es parte de su vida dado que lo aprendió de su familia.
De hecho desde los 13 años ya había aprendido mucho del oficio porque acostumbraba acompañar a su papá a los servicios que daba en las viviendas. Se acostumbró a observar detenidamente cada pieza de los aparatos electrodomésticos y aprendió a reparar todo lo que se descomponía.
En su trayectoria de 14 años en este oficio, comenta que los aparatos que más se descomponen son las lavadoras modernas. "Las fallan mucho las piezas eléctricas, más los que son modelo inverter que son equipos que trabajan a más voltaje”.
Remarca que fallan mucho en México “porque no el problema es que la energía eléctrica es variable y entonces esos cambios de voltios les afectan, eso daña sus piezas y a cada rato hay que cambiarlas, a veces aunque se cuente con un regulador este también se daña, pero es por el pésimo servicio de luz que se recibe en algunas zonas de la ciudad”.
El tema de la energía eléctrica inestable también afecta a los refrigeradores y aires acondicionados, “pero obviamente lo que más urge reparar a las familias es la lavadora, es lo que utilizan más”.
Comenta que hay equipos muy caros y que al ser reparados pues piezas y mano de obra son caras. Como son las más modernas lava secadoras que llegan a costar más de 30 mil pesos y que una reparación cuesta, en promedio, 7 mil 50 pesos.
En el caso de los refrigeradores hay composturas que salen en más de 12 mil 500 pesos, porque se descompone el compresor y es una pieza bastante cara.
Indica que el taller de su familia se ubica en Las Trancas, pero él está dedicado a ir a los domicilios a revisar y reparar los aparatos grandes que requieren reparación.
Explica que lo normal es realizar seis servicios en un día, pero en este mes se elevan hasta 13. En su auto se moviliza por toda la ciudad y va a todas las colonias donde lo busquen porque le gusta comprometerse con sus clientes. Tras 14 años reparando lavadoras y refrigeradores y a sus 29 años, indica que no cambia su trabajo por nada.
Por último, dice que si bien en diciembre se duplica su trabajo, en el mes de enero baja bastante, “así que hay que aprovechar este mes que es el mejor del año para los técnicos reparadores de electrodomésticos”.