José estudia Pedagogía, toca el sax y “gana unos pesos” con gelatinas

Estudiante viene todos los días desde Tonayán a vender sus productos

Alma Quiroz | Diario de Xalapa

  · jueves 16 de febrero de 2023

José Luis Rojas Martínez toca los fines de semana el saxofón | Foto: David Bello/Diario de Xalapa

José Luis Rojas Martínez optó por el negocio familiar; por más de 5 años se ha dedicado a la venta de gelatinas por las calles del centro de la ciudad; es músico por vocación, pero sólo de fin de semana, lo que le da para vivir es el comercio.

El joven originario de Tonayán recorre todas las mañanas cada una de las céntricas rúas para vender sus gelatinas que porta en su vitrina portátil de cristal donde se pueden apreciar los distintos sabores que atraen la atención de sus clientes.

¿Por qué vende gelatinas José Luis?

Con 25 años, José Luis comenta que encontró en la venta de gelatinas una forma de ganarse la vida de forma digna. “No soy rico pero es una forma honrosa de vivir y ganarse el sustento. El saxofón es lo mío, pero no siempre hay trabajo y este negocio me da mejores ingresos”.

Recorre los bajos de los palacios municipal y estatal, pero también camina por la avenida Enríquez, Zaragoza, por Primo Verdad y el callejón de Rojas hasta llegar a Juárez donde también tiene numerosos clientes.

Las gelatinas de sabor piña, fresa, leche y maicena que vende tienen un costo de 7 pesos; también elabora flanes de pistache, rompope, vainilla y chocolate. Todos tienen el mismo costo.

Comenta que todos los días sale a vender sus gelatinas porque tiene un hogar que sostener.

Este negocio lo aprendió de su padre, quien por muchos años también vendió gelatinas en esta ciudad, “a mí me gustó la música, pero para vivir opté por el comercio porque es algo que deja si le dedicas tiempo y te haces de una clientela”.

Quienes me compran en esta zona es porque saben que traigo gelatinas ricas y que están protegidas por la vitrina de cristal, eso les da la seguridad de que no llevan polvo”.

¿Dónde hace sus gelatinas José Luis?

Las gelatinas que vende, explica, se elaboran en su casa; todos los días las preparan de los distintos sabores y para mayor seguridad de los clientes se tapan en forma individual para evitar que se contaminen.

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Para hacer cada una utilizan productos de calidad, leche, vainilla y los distintos sabores, “cuidamos que tengan fruta natural para que los clientes no consuman cosas con sabores falsos”.

Su secreto para que se vendan como pan caliente es el sabor de familia, “es porque seguimos la misma receta de mi papá y eso hace que no se pierda la tradición, cada familia le pone su toque y creo que ese es mi éxito con los clientes”.

La receta puede ser parecida o pueden llevar los mismos ingredientes, pero cada persona le pone su toque y ese es nuestro éxito familiar con las gelatinas y flanes.

De lunes a viernes toma el autobús que lo trae de Tonayán a Xalapa a las 6 de la mañana; para que al mediodía o cuando acabe sus gelatinas se regresa nuevamente a su población para ayudar a elaborar las del siguiente día.

El sábado estudia Pedagogía para poder salir adelante, pero también si sale una tocada con su banda de viento de su pueblo, “pues trabajo en la música los fines de semana que es cuando se puede dar el gusto de ser saxofonista”, concluye.