El 17 de octubre de 2013, el xalapeño José Antonio Santiago Lazcano fue asaltado y gravemente herido, situación que le cambió la vida, debido a la pérdida de su vista, por lo que inició una nueva etapa que fue complicada en su inicio, sin embargo, jamás se dio por vencido y continuó avanzando, no ha sido fácil, pero lo hace correctamente.
Actualmente es licenciado en Educación Física Nutrición Deportiva, tiene un diplomado en Fisioterapia Deportiva y está Certificado en Masoterapia y todo desarrollo en braille; también tiene la licenciatura en Administración de Empresas.
También es un destacado atleta con la gran habilidad de rehabilitar a personas lesionadas, a quienes les brinda ayuda en llevar una buena alimentación, sin embargo, para lograr desarrollar su don, debió esforzarse doblemente, pues al no contar la vista tuvo que aprender de memoria cada clase de su licenciatura y diplomados.
José Antonio no solo es experto en lo mencionado, también es campeón en karate shotokan con discapacidad visual; ha corrido medio maratones, maratones, ultra maratones y cuenta con reconocimientos es ser la primera persona con discapacidad visual en participar en esos eventos. Además ha subido en dos ocasiones La Malinche, también con reconocimiento en ser el ser el primero en realizarlo con su condición.
Para Diario de Xalapa, Santiago Lazcano, quien tiene 44 años de edad, contó que ingresó al atletismo por salud y para eliminar un medicamento a través de las toxinas, así mismo expresó que tuvo la fortuna de conocer a Esmeralda Vargas Luna, quien actualmente es su esposa, quien lo motivó a ingresar a la licenciatura con la que ayuda a personas con sus conocimientos que ha desarrollado con experiencia acumulada durante un año.
Sin embargo, no fue fácil, pues debió estudiar nuevamente la preparatoria, “porque eso me iba a facilitar mucho todo lo que era la escritura con el braille, el tomar notas, todo el proceso que se lleva previo a entrar a una educación de licenciatura, por eso nuevamente la cursé”, dijo.
Lamenta que a nivel licenciatura no existan maestros con la especialidad para ayudar a personas con discapacidad, “entonces fue complicado, pero al final uno se va dando mañas, como el grabar la clases, leer libros a través de audios, ir practicando lo que uno va aprendiendo, ejemplo, cómo grabar notas, escribir en braille, haciendo notas de texto y es así como se inicia a trabajar con esa práctica que va uno adquiriendo”.
Aunque fue difícil, al final le benefició, pues aprendió todo de memoria y retuvo la información que a la fecha la tiene en su mente que aplica a sus pacientes, quienes lo buscan constantemente. “Hacer eso fue algo muy importante para mí; aprender el proceso en cuestión de los cálculos, cuando te los aprendes de memoria, prácticamente se facilita todo lo demás”, dijo.
Y agregó: “Gracias a eso, la información la retuve hasta el día de hoy, y eso fue lo que me ha ayudado de alguna manera a tener un proceso de éxito, podría decir en todo lo que llevamos a cabo, tanto en nutrición, como lo que es rehabilitación física y las bases de entrenamientos personalizados; lo llevamos muy bien”, expresó.
Actualmente tiene su consultorio en Coatepec, en la calle Retorno 13 de Noviembre #5, Fraccionamiento Lomas de Los Ángeles, en donde atiende a personas con diabetes, sobrepeso y diferentes lesiones como contracturas esguinces y el espolón, “si gustan comunicarse conmigo pueden hacerlo al 2284239001”, comentó.
“Por todo esto siempre daré la gracias a mi esposa Esmeralda, a mis dos hijas, Lia Santiago Vargas y Nora Santiago Luna, así como a toda la gente que ha creído en cada uno de los proyectos que he tenido en cada una de las locuras y agradecer a Diario de Xalapa, porque me ayudan a difundir lo que soy y porque sé, le dan apertura a las personas con discapacidad, algo sumamente importante para nosotros”, explicó.
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La sencillez de José Antonio es muy grande y puede notarse en su trato de persona, y siempre abierto a cualquier plática; él se considera una persona afortunada al desarrollar esa capacidad y habilidad en poder ayudar y compartir su conocimiento, en la alimentación como lo la rehabilitación física deportiva.
“He tenido pacientes que estuvieron a punto de entrar al quirófano, porque les decían que tenían que recortar en algunas ocasiones algún tendón, imagínate, como se va el paciente cuando lo atiendo, agradecido; hay personas que las han desahuciado en lo deportivo, porque les dicen que no pueden regresar a correr por algún espolón, algo muy complicado, pero que satisfacción tan grande me da cuando a la tercera o cuarta semana de su rehabilitación ya está haciendo lo que les gusta, entonces es una alegría muy grande y lo mejor que puedes obtener de un paciente es una sonrisa”, concluyó.
