La leyenda de la niña Sirena que aparece cada Jueves Santo

A Rosario Arciniegas la desobediencia la llevó al Rio Guatapurí, luego de salir de esas aguas sus extremidades se convirtieron en una cola enorme de pez

Misael Viveros | Diario de Xalapa

  · viernes 25 de febrero de 2022

La historia se desarrolla en el Rio Guatapurí, en la Costa Atlántica de Colombia en la ciudad de Valledupar/Foto ilustrativa: Carlos Carbajal | Cuartoscuro

Se acerca la Semana Santa y en estas fechas resuena el nombre de Rosario Arciniegas, mejor conocida como La Sirena de Hurtado, quien es popular por su leyenda, ¿aún no la conoces? Aquí te la contamos.

La historia se desarrolla en el Rio Guatapurí, en la Costa Atlántica de Colombia en la ciudad de Valledupar, lugar que es ampliamente conocido por sus atractivos turísticos, sin embargo, lo que acapara más la atención de los visitantes, es el Balneario Hurtado Valledupar, donde hay una escultura de la sirena.

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Existen muchas historias, pero la más popular y contada por los habitantes relata la historia de Rosario, quien en pleno Jueves Santo deseaba disfrutar una tarde agradable en el rio, a lo que sus padres le negaron rotundamente la salida, todo esto debido a las fechas y según las creencias, no se debía estar en ese lugar durante la Semana Santa.

Ante la negativa de sus padres, la joven desobedeció y se dispuso a salir de casa y emprendió el camino para llegar al rio. Después de contemplar por un momento las aguas, decidió lanzarse desde las rocas más altas.

El día era perfecto para un agradable baño en el rio, el sol estaba en su punto máximo y el agua, refrescaba la sensación acalorada del clima. La joven se desbordaba de alegría y mientras el tiempo se le iba de las manos, notó como el clima comenzaba a cambiar bruscamente.

De repente, el cielo comenzó a oscurecer, las nubes asomaron y el viento era cada vez más fuerte, lo que preocupó a la joven, quien inmediatamente se asustó recordando la advertencia que había recibido por parte de sus padres, así que optó por salir del agua y regresar a casa.

Cuando Rosario intentó salir del agua notó que un pesar en sus piernas le impedía moverse a tal grado, que perdía el control del mismo, lo que hizo que llegar a la orilla, fuera una tarea difícil. Horrorizada y como pudo, salió del rio y en cuanto llegó a la orilla notó de una forma alarmante que sus extremidades habían desaparecido, convirtiéndose en una cola enorme de pez.

La joven desesperada e impaciente por llegar con sus padres, no lograba comprender lo que sucedía, la cola de sirena parecía moverse de forma que no la podía controlar y por tanto, estuvo alarmada sin saber qué hacer.

Los padres, al ver que su hija no estaba en casa, decidieron hacer una búsqueda con ayuda de los habitantes del pueblo. Recorrieron el rio intentando llamar su atención gritando su nombre, pero no obtuvieron ninguna respuesta.

Todos buscaban a la joven, esperando encontrarla en las orillas del rio y en las zonas cercanas a el, pero nunca la encontraron. Los padres, desconsolados, siguieron buscando hasta altas horas del día siguiente.

La búsqueda no cesaba, sin embargo, no fue hasta el mismo Viernes Santo donde lograron percibir a lo lejos y justamente donde la joven se había lanzado, desde las rocas más altas, la presencia de Rosario. Todos quedaron asombrados al ver que sus extremidades ya no estaban, se había convertido en una sirena.

Ella estaba consciente de que era la última vez que vería a sus padres y ellos, desconsolados, con lágrimas en el rostro lo sabían. Antes de saltar de nuevo al agua, la sirena se despidió de su familia y todos sus seres queridos.

Desde entonces, pobladores comentan que se le puede escuchar lamentándose y que el llanto se debe a su desobediencia. Algunos aseguran que sigue apareciendo durante estas fechas.

La leyenda ha tenido tanta popularidad que decidieron colocar una estatua en honor a la sirena y es uno de los monumentos más llamativos y visitados de la ciudad Valledupar.

Jorge Maestre, es el autor de esta gran obra, escultor nacido en la misma ciudad Valledupar. Elaborada con fibra de vidrio, es una de las esculturas más representativas de la ciudad, un atractivo para todos los pobladores y turistas que visitan la Costa Atlántica de Colombia.