Ubicada en Zamora 49 esquina con Rojano, en la zona Centro de Xalapa, funciona una miscelánea de barrio que ha logrado mantenerse durante 75 años, a pesar de estar frente a una tienda de conveniencia y una gran diversidad de comercios. ¿Qué la hace especial?
La “Miscelánea Castro” es atendida por María Eugenia Pérez Tinoco y Arturo Castro Flores, un matrimonio amable con el cual es posible encontrar abarrotes y una gran cantidad de productos regionales.
¿Cuál es la clave para el éxito de la miscelánea Castro?
La clave que marca la diferencia es la venta de salsas artesanales con marca propia y alimentos típicos de Naolinco y Tlacotalpan, de donde ellos son nativos.
Don Arturo está próximo a cumplir 80 años y es originario de Naolinco, y doña María Eugenia no revela su edad, pero sí dónde nació. Ella es de Tlacotalpan, la tierra del fandango.
De plática amena y sonrisa en el rostro, el matrimonio conversa del pasado y presente de la capital del estado, la tierra que los acogió. Saben nombres de familias, historias, anécdotas y datos obtenidos al ser testigos del desarrollo de la capital en las últimas décadas.
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La de los Castro es realmente la “tiendita de la esquina”. Es posible saber qué encuentra uno allí por sus rótulos de antaño, uno en la calle Rojano y el otro en Zamora. El dibujo de una mecedora llama la atención de los paseantes.
¿Qué productos son los más buscados en la miscelánea Castro?
Ellos no compiten por los clientes “de paso”, van más allá, pues los buscan de distintos puntos de la ciudad porque saben que hallarán chiles chipotles rellenos estilo Naolinco, chiles xalapeños y chipotles en conserva, así como dulces típicos.
Además, también tienen mole, cecina, longaniza, carne salada y enchilada del pueblo mágico. Durante muchos años, los domingos eran especiales por los chicharrones, pero la pandemia se llevó a quien los hacía.
Con el sabor tlacotalpeño hay empanadas de guayaban y el pan con mayor tradición, el marquesote y los borrachos.
María Eugenia y Arturo hablan de su miscelánea con orgullo. Es el lugar donde pasan sus días, donde platican con otras personas y donde también hacen lo necesario para tener listos los ingredientes para sus salsas.
Mientras limpian ajos para sus salsas “Doña Chuy”, explican la importancia de tener chiles de buena calidad. Una de sus salsas es con chile comapeño, que les surten especialmente de Comapa.
También tienen la infaltable de chile seco, y chile seco “gourmet”, con ajo, aceite de oliva, nuez, arándano, ajonjolí y sal de mar. A diferencia de otras salsas, las de ellos no son grasosas, son totalmente secas.
Para estos productos, dicen, sus clientes se amplían, pues los “foráneos” quedan muy complacidos por el sabor y la calidad.
Quien esté interesado en conocer a este matrimonio y sus productos, o sostener una charla, son bienvenidos, expresa María Eugenia, mientras don Octavio promete tener algo que contar.
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Recuerda que “Miscelánea Castro” tiene sus orígenes en Xalapeños Ilustres 49 esquina con Landero y Coss, donde tenía el nombre de “La Camelia”, después, en 1971, empezó en el domicilio actual. Mari y Octavio la han administrado durante los últimos años y dicen esperar que todavía haya mucha vida para este negocio de barrio.