Fantasías, maldiciones, historias de amor, relatos de fantasmas o hechos que han marcado a la ciudad en más de una ocasión, Xalapa ha sido testigo de cientos de anécdotas que esconde en cada uno de sus inmuebles, especialmente aquellos de la zona centro.
Debido a que muchos de ellos resguardan su estructura original no es tan complicado trasladarse a otras épocas de antaño y situar aquellas historias que a más de uno ha sorprendido.
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Distintos callejones y algunos otros sitios han destacado por populares historias como el Callejón del Diamante, el Callejón del Infiernillo, la calle de la amargura, el cerro de Macuiltépetl, el Callejón de la Calavera, la Plaza Lerdo o el Parque Juárez, sin embargo, existe una historia muy poco conocida ocurrida en la zona centro de la ciudad.
¿Habías escuchado sobre el peculiar Rincón del Brujo? Conoce más de la historia sobre un hechicero que habitaba en esta parte de la ciudad.
¿Cuál es la leyenda del Rincón del Brujo en Xalapa?
La historia se asemeja un poco a la contada en el conocido Cerro del Estropajo, sitio en el que diversas personas aseguran ser testigos de algunos actos de brujería, sin embargo, ésta destaca por desarrollarse en las esquinas de las calles Anastasio Bustamante y Manlio Fabio Altamirano, a unas cuadras del parque de Los Tecajetes.
Ganándose un lugar en el libro de ‘Historias, cuentos y leyendas de Xalapa’, la breve historia narra que este sitio es conocido así debido a que en esta zona vivía un hombre de un aspecto muy peculiar, pues “su físico era más próximo a la figura de un gorila que a la de un ser humano”.
El hombre, de acuerdo a la historia, mitad hombre y mitad bestia, era ampliamente conocido por sus trabajos en hechicería, además de realizar aquellos solicitados en “problemas” o “fracasos” amorosos, sin dejar de lado los que son enfocados al dinero y a la salud.
El sitio donde el hombre vivía era conocido por vecinos de la zona como “la cabaña del brujo” y era muy común observar a varias personas llegar a este lugar para solicitar uno o más trabajos, aunque varios de ellos vestían principalmente cubiertos por algunas especies de capas o rebosos con la intención de no ser reconocidos con facilidad.
Tras ver que la mayoría de clientes asistía con este tipo de vestimentas, el hombre fue sorprendido una noche por un visitante que lucía prendas similares, pero con la particularidad de que acudió a él para pedir ayuda.
Confiado en que posiblemente sería un “servicio normal”, el hombre se confío y lo recibió, sin embargo, el visitante sacó entre sus ropas “un machete con el que atacó al hechicero hasta matarlo”.
Vecinos de la zona y conocidos narraron que este crimen era planeado para robar distintos objetos de valor que el hechicero logró reunir con el paso de los años, específicamente, joyas y dinero.
Aunque no se supo más sobre el hombre que cometió el crimen o del espacio donde habitaba el hechicero mitad bestia, con el paso de los años, el lugar siguió conociéndose por vecinos de la zona como “el rincón del brujo”, uniéndose así a las populares historias contadas en otros espacios de Xalapa.