Casa Matus fue el hogar de un genio nacido en Jalacingo, Veracruz el 24 de febrero de 1884, el ingeniero Miguel Ángel Matus Bandala, quien vivió en esta propiedad que adquirió en 1920 y comenzó a construir en 1921 quedando casi concluida en 1925, año en que se mudó con toda su familia para habitar este chalet estilo holandés que es recordado por los xalapeños.
El icónico chalet dejó de ser propiedad de la familia del ingeniero Matus en el 2000, cuando decidieron venderla al periodista veracruzano Jorge Saldaña, quien hizo modificaciones a la que es reconocida Patrimonio Histórico de la Ciudad, y que desde el 2009 es sede del Centro de Estudios de la Cultura y la Comunicación de la Universidad Veracruzana.
Esta emblemática construcción está ubicada en la actual calle Juárez número 126, esquina con Betancourt, conocida anteriormente como La cuesta del Tío Machado. Esta antigua calle llegaba hasta donde se encuentra la actual calle Úrsulo Galván, aunque apenas era una vereda angosta.
Se sabe que una cuadra arriba se erigía la Iglesia de los Corazones, que data de finales del siglo XIX, mientras que unas calles más adelante, por la que era llamada del Chorro Poblano, pasando el Desbarrancadero donde hoy está el Monumento a la Madre, se llegaba a los terrenos donde se habían ahorcado a algunos enemigos de la Revolución en los primeros años de 1900.
Por ello, vecinos de la que hoy se llama Sexta de Juárez, comparten leyendas de aparecidos por todo aquel lugar, y la Casa Matus cuenta con varias narraciones e historias que se han vuelto leyendas dándole una vista aún más entrañable para los xalapeños que recuerdan pasar frente a este chalet estilo holandés, un jardín casi de ensueño, pues se rememora como una casa donde más de uno quería habitar o que tuvo oportunidad de entrar.
¿Qué leyendas hay sobre la Casa Matus en Xalapa?
Entre las historias que se conocen de este bello sitio, colaboradores del Centro de Estudios de la Cultura y la Comunicación de la UV, en el título “El Chalet Matus en Xalapa. Una casa emblemática y la familia que la habitó, 1925-2000” de Celia del Palacio Montiel, señalan que al instalarse por primera vez en la casa, muchas personas les contaron historias de fantasmas de este lugar.
La primera historia cuenta que una mujer vestida de blanco, posiblemente una novia, sale de la bella casa al patio trasero mientras canta con una voz delicadísima y hermosa a media noche.
Hay quienes dicen que esa historia está relacionada con la señora Yonné, una de las hijas del ingeniero Matus, quien murió trágicamente, y quienes la conocieron señalan que cantaba muy bien.
El sótano también cuenta con una narración algo inquietante, pues algunas personas dicen haber oído aullidos y ladridos de un perro en este espacio del chalet holandés, mismo que cuenta con ventilas que dan hacia la calle.
Se dice que ciertamente una perra llamada la Negra dormía en el sótano, el cual es de tierra y con buena temperatura todo el año, por lo que, como algunos dicen, el sonido pudo quedar atrapado en el lugar.
Otras anécdotas cuentan que un trabajador que desramaba, o desbrozaba, el árbol de jinicuil en la entrada de la Casa Matus se cayó desde lo alto y se desnucó, haciendo que desde entonces se escuchen gritos por la noche, pero esto es algo que ni la familia o quienes la habitaron después recuerdan.
El ático es otro espacio de la casa donde se asegura ver a niñas o mujeres asomarse por las ventanas, incluso se dice que la encargada del aseo del Centro de Estudios de la Cultura y la Comunicación dijo haber visto las luces del sótano encendidas en primeras horas de la mañana, o que llegó a encontrar las ventanas abiertas, a pesar de haberlas dejado cerradas el día anterior.
Otros colaboradores cuentan que vieron sombras en el ático, y que llegaron a sentir presencias, ver como se movían objetos de un lugar o ver ventanas que se encontraban cerradas perfectamente abrirse solas.
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¿Qué otras historias hay en la zona donde está la Casa Matus?
Estas historias se suman a los lamentables hechos que han sucedido a metros del chalet construido por el ingeniero Matus. Uno de ellos es el asesinato del dueño de la tienda llamada La Guirnalda, un punto de referencia para los xalapeños. Además, se recuerda el crimen de odio a una pareja de homosexuales en 1990, quienes vivían en Betancourt a mitad de la calle, hacia la avenida Ávila Camacho.
No hace muchos años ocurrió el asesinato de José Luis Blanco, profesor universitario, además Guadalupe Mora Palacios, personaje admirado y querido en el ámbito cultural.
Cada una de estas historias hacen que las calles y sitios que rodean la emblemática Casa Matus le den un aire, para algunos, tétrico, mientras que otros quedan fascinados cuando caminan frente a este chalet estilo holandés.
La Universidad Veracruzana señala en su información pública que a través del tiempo, los xalapeños y visitantes han acudido a sus eventos solo para poder recorrer la casa que fue declarada Patrimonio Histórico de la Ciudad.
Y aunque son decenas de personas que quisieran entrar para conocer cada uno de sus rincones o para recordar aquellos años en que fueron amigos de los descendientes del ingeniero Matus, actualmente la casa no está abierta al público para recorrerla libremente.
Pese a ello, se puede entrar y conocer un poco de ella cuando el Centro de Estudios de la Cultura y la Comunicación de la UV anuncia eventos, mismos que son de suma importancia por la labor que realizan y el interés que despiertan.
¿Conoces otras historias de la Casa Matus o alguna vez entraste a este emblemático chalet estilo holandés?