Leyendas de Xalapa: los fantasmas de la panadería en la colonia Aguacatal

La panadería embrujada en Xalapa nos relata una historia de terror con un final inesperado y horripilante

Alfredo Guillaumin | Diario de Xalapa

  · viernes 13 de octubre de 2023

Sin duda Xalapa es una ciudad llena de historias tenebrosas, cuentos fantásticos que te pondrán a temblar, sabías que existió una panadería embrujada | Cortesía | Pexels

Si vives en Xalapa o has pasado el tiempo suficiente en la ciudad te darás cuenta que existen muchas panaderías, prácticamente por la tarde podrás escuchar a los vendedores en sus bicicletas o automóviles ofreciendo una delicioso pan, el cuál podrás disfrutar acompañado por un café a un chocolate caliente.

Llegó la temporada de otoño, con ella los festejos del Día de Muertos y Halloween, pero también con ella llega el tiempo en el que un buen pan con una taza de café se tiene que hacer presente en tus tardes con neblina o ese ya no tan tradicional chipi-chipi, pero sabías que existe una leyenda que nos narra la historia de una panadería embrujada, ¡te contamos!

Cuál es la historia de los panaderos fantasmas de Xalapa

Todo se remonta a la primera mitad de los años 50 en Xalapa, el relato nos sitúa en el mes de noviembre de 1954, un repartidor de pan del cual no se conoce su nombre, nos relata su historia, una irresponsabilidad lo situó en un lugar lleno de terror y le hizo pasar lo que podemos pensar, la peor noche de su vida.

De acuerdo a nuestro protagonista, en ese tiempo su trabajo era repartir pan dos veces al día, el “entrego” se realizaba a las 4 de la mañana y el segundo era a las 12 del día, por lo que su jornada comenzaba a las 3 de la mañana para que pudiera cumplir con el primer encargo, pero no siempre pudo cumplir con su cometido.

En muchas ocasiones el pan no se entregó a tiempo ya que el repartidor se quedaba dormido, por lo que al pasar los días el jefe ya no soportó más, fue directo con su empleado y le dijo que si quería quedarse con el trabajo se tendría que dormir en la panadería para que pudiera cumplir con los encargos a tiempo.

Leyendas de Xalapa: los panaderos fantasmas; fue la noche más larga de su vida

El primer día llegó el repartidor para quedarse en el negocio, pero la sorpresa fue que el dueño de la panadería le confirmó que lo iba a dejar encerrado toda la noche para evitar problemas y que algún ladrón quisiera meterse a cometer una fechoría; en ese momento preocupado por cumplir con las entregas el joven se dispuso a preparar el lugar donde iba a dormir.

Ya para acostarme fui hasta el zarzo, la bodega junto al horno, tomé unas lonas de azúcar para taparme”, dijo el entonces repartidor de pan, pero no pudo conciliar el sueño ya que justo al tratar de cerrar los ojos el estruendo de un bote de manteca cayó al suelo causando un escándalo, junto al bote se escuchaba la báscula trabajar sin cesar y otros ruidos tenebrosos que no tendría por qué escucharse si el joven estaba solo.

Por lo que optó por tratar de dormirse, algo que no logró ya que el fantasma llegó hasta la bodega y le puso un bote de pan en la cara, ¡lleno de terror! Se lo quito de inmediato mientras escuchaba que el fantasma se alejaba del lugar, eso no fue todo, conforme transcurría la noche los murmullos y ruidos en la panadería aumentaron.

Horrorizado el repartido trató de bajar las escaleras y ver lo que ocurría, pero el cansancio lo derrotó; horas después, acurrucado en los escalones, fue el sonido de los candados abriendo lo que lo despertó y rápido corrió a decirle al jefe lo que ocurrió durante la noche, pero la sorpresa que lo dejó helado fue que todo estaba en orden y obvio nadie le creyó.

Leyendas de Xalapa: los panaderos fantasmas y el horripilante hallazgo

El desenlace de la historia no fue el mejor, el joven repartidor continuó trabajando en el lugar, pero meses después fue despedido ya que optó por no quedarse a dormir en la panadería luego de su macabra experiencia, eso terminó con él llegando tarde nuevamente, pero sus comentarios dejaron dudas al dueño, aunque no hizo nada al respecto.

Siete años después en 1962 ya con otro trabajo, el joven se enteró que la panadería estaba en remodelación y se corrió el rumo de un macabro hallazgo, intrigado por lo que había vivido en su tiempo en esa panadería fue a preguntar y para su sorpresa se enteró que durante la remodelación los albañiles encontraron ¡restos humanos!