Luis Contreras González es un peluquero tradicional que desde hace 33 años trabaja todos los días en lo que más le gusta. Lamenta que hasta hace siete años su peluquería D´Luis era un buen negocio, “ahora son menos los clientes, pero seguiré en este trabajo que me enseñó mi padre, quien trabajó 45 años también como peluquero”.
Don Luis expresa que ser peluquero es su pasión, “porque fue el oficio de familia y tengo clientes que han venido conmigo por más de dos décadas”.
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¿Por qué bajó el número de clientes?
Dijo que estos últimos meses han sido complicados para su establecimiento, porque llegan cada día menos clientes, “a los jóvenes ya no les gustan mucho las peluquerías tradicionales, los que vienen lo hacen porque sus abuelos y padres los enseñaron, pero muchos buscan cortes más modernos, aunque les cobren más”.
Don Luis señala que este año ha bajado en poco más del 40 por ciento la actividad. En su caso, resalta que se mantiene porque ya tiene muchos años y tiene clientes asiduos, “pero la realidad es que debo trabajar más horas para tener mayores ingresos”.
Indica que si antes abría el negocio a las 11 horas y cerraba a las 20 horas, ahora debe comenzar a las 9 horas y cierra a las 21 horas, “es la única forma de atraer más clientela porque pasan y al ver que está abierto pues entran al negocio”.
En Ignacio de la Llave lleva trabajando 26 años, “parecen muchos pero mi papá trabajó durante 45 años en este oficio y mi objetivo es lograr algo parecido, así que seguiré poniéndole ganas para seguir cortando el cabello a los señores y cumplir esos años de trabajo”, dijo.
Recuerda con tristeza que hasta hace algunos años una peluquería era un buen negocio, “la clientela hacía fila, pero ahora hay otros negocios de moda y eso nos ha pegado”.
¿Por qué ya no van tantos jóvenes a la peluquería?
Opina que los jóvenes actuales ya no van a la peluquería solo por una cuestión de la moda. “Ellos prefieren ir a una barbería porque son negocios más modernos, pero que cobran tres o cuatro veces más que nosotros”.
Lo cierto es que no les importa pagar más, “pero el colmo es que cuando vienen a la peluquería se les hace caro que les diga uno que 80 pesos”. Muchos de nuestros clientes trajeron a sus hijos desde pequeños “y esa es mi ventaja que muchos de ellos siguen las tradición y siguen viniendo como lo hacía su papá y abuelo”.
Indica que como negocio también ahora debe pagar más a Hacienda, “porque antes solo era una cuota anual y ahora quieren un porcentaje de acuerdo a los ingresos”. Por un corte de cabello cobra 60 pesos, pero si además corta la barba son 120 pesos. Mientras que en la barbería pagan más de 200 pesos aquí es más económico, “pero entiendo que es cuestión de moda”, dice.
Comenta que viene todos los días de Las Puentes, por Coatepec, para mantener abierta su añeja peluquería.