Con la rapidez que solo se logra con años de oficio, los hermanos Juan Rafael y Héctor Sánchez Rodríguez elaboran pan de lunes a sábado y mantienen de pie una de las panaderías más antiguas de Xalapa, una que, curiosamente, no tiene nombre, pero está cerca del histórico Barrio de San Bruno.
Además del negocio familiar, ellos salvaguardan la memoria de don Juan Sánchez Méndez, hombre de trabajo que apostó por la cocción del pan en un horno de leña, todavía en función.
¿Qué pan se elaboran en la panadería del barrio de San Bruno?
Al calor de la leña, las conchas, cemas, tacones, bísquets, resobados, bolillos y una gran diversidad de panes adquieren un sabor especial que atrae a clientes de muchos años.
No solo a ellos, aclara Juan Rafael, pues también se van sumando quienes pasan por la calle Fraternidad número 408 y, atraídos por el aroma, se animan a preguntar si es una panadería.
Y es que no necesita publicidad, declara el administrador. Su papá recién fallecido se encargó de dar a conocer un producto sabroso y elaborado de manera artesanal.
A simple vista es una casa cualquiera, no hay ni rótulo ni aviso, solo leña en el patio delantero y un pasillo; al final de él, por las mañanas, varios panaderos trabajan contra reloj.
“Es un oficio muy noble que no te deja sin comer, pero también es duro, muy exigente, te esclaviza. Tienes que estar más de 10 horas parado. Nada de que te vas a sentar o vas a echar ‘coto’ con los ‘cuates’. Desde que empiezas tienes que darle con todo”, expresa Juan Rafael, quien aclara que, naturalmente, todo depende de cuántas piezas se hagan.
Con sentido del humor, afirma que a él no es que le gustara; incluso realizó estudios profesionales, pero también ha sabido quitarse la corbata y no dejar el legado “del patrón”.
- Más información: Quetzalapan: un parque "oculto" en Xalapa rodeado de calma y vegetación, ¿cómo llegar?
“No me gustó, nunca me interesó, por eso me fui a la escuela, pero siempre he ayudado. Me quito mi corbatita y a darle, y ahora más, que él ya no está. Yo sigo diciendo que él es el dueño. Él la fundó, es de él”, manifiesta el hombre al referirse a su papá, de quien a la entrada hay una fotografía.
Recuerda que fue don Rafael quien les enseñó a trabajar, a “entrarle” cuando no había trabajadores. Aún hoy, su mamá de casi ochenta años de edad también se acerca a “echar la mano” cuando hace falta.
¿Cuándo se fundó la panadería en el Barrio de San Bruno?
Mientras toma bolas de harina y les da forma para luego colocarlas en las charolas enharinadas, comparte que ya de manera fija, en un mismo lugar, la panadería funciona desde 1983; antes, su papá rentó varios espacios; el más conocido, en Sayago.
“Por aquí pasan los clientes, y también muchos chavos y otros ya más grandes que nos ayudan a hacer el pan. Se van porque les surgen otras cosas, pero saben que acá son bien recibidos”.
Entre ayudantes y propietarios, desde las seis de la mañana empieza la jornada diaria, con el apremio de tener listo el pan a las cuatro de la tarde.
Agradecido, Juan Rafael afirma que sea verano, Día de Muertos, Día de Reyes, Navidad o Año Nuevo el pan sale, y cuando hay aumento en los insumos y deben ajustar los precios, la gente lo entiende.
“Bolillo, pan de dulce, pan de huevo, volovanes, todo se lo llevan, gracias a Dios. Ya cuando es lo de las roscas, piden de requesón, de cajeta, de zarzamora o naturales”.
- Vuelve a leer: ¡Ya huele a cempasúchil! Familia de La Haciendita siembra esta flor desde hace medio siglo
Algunas piezas se caracterizan por ingredientes altamente valorados por algunas generaciones, como los aromáticos anís y canela.
Don Juan, quien falleció a los 78 años, fue un panadero que dedicó 65 años a la panadería. Es recordado como “un hombre trabajador, responsable, el mejor”, por eso, afirma su hijo, la leña va a continuar ardiendo.
Las personas que aún no han probado este pan pueden hacerlo de 16:00 a 20:30 horas, de lunes a sábado, en Fraternidad 408, colonia Obrero Campesina, entre Ruiz Cortines y Mártires del 28 de agosto.