Se cuenta que fue en los tiempos dónde existía el panteón antiguo de Xalapa, vivió un charro muy famoso e importante en la ciudad, que fue tal sus ganas de conseguir riquezas que no dudó ni un momento al ofrecer su alma al “rey de las tinieblas”, pero al final se dio cuenta que la decisión que tomó no fue la mejor.
Sin duda en Xalapa una de las leyendas más relevantes es la del charro que vendió su alma, en todos los lugares que te pares, siempre habrá una historia de algún personaje que logró tener una gran fortuna gracias a vender su alma al Diablo, aunque todo queda en historia, uno nunca sabe, pero dicen que en el antiguo panteón de Xalapa, ¡se oye el galopar de un fantasma!
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Leyenda del charro que vendió su alma: dónde se encuentra el antiguo panteón de Xalapa
Si vives en Xalapa o tienes el tiempo suficiente recorriendo la ciudad, no puedes no haber pasado por la calle de 5 de febrero, es en esa zona esquina con la avenida 20 de noviembre que puedes ver una espectacular y lúgubre edificación, para muchos conocido como el Cementerio Municipal o el Cementerio Viejo, también como ¡el Panteón de 5 de febrero!
Exacto, esa es la zona donde nuestra historia se va a situar, pero antes de platicamos que el panteón fue construido en el año de 1831, por lo que cuadra perfecto con la época en la que nuestros ancestros era común que se vistieran de charros, en caso que la situación económica fuera la idea, por citar un ejemplo.
Leyenda del charro que vendió su alma: cambió su espíritu por una fortuna incalculable
Nuestra historia se sitúa en una ciudad todavía dominada por carrozas y caballos, tiempo en que el sombrero y las botas eran parte de la indumentaria de gala, en ese momento existió un personaje conocido como Antonio Hernández, quien presumen fue el protagonista de nuestra historia ya que dicen fue el que hizo el trato con el “rey de las tinieblas”.
El trato fue “simple” su alma a cambio de riquezas y todo indica que fue un trato que se aceptó sin poner algún pero, de pronto nuestro charro comenzó a hacerse de terrenos y fincas, con eso le siguieron muchos trabajadores a su cargo, para protección contrató algunos pistoleros, aunque recuerda que hay más tiempo que vida y la muerte es lo único seguro que tenemos.
Al fallecer nuestro charro, cuentan que la familia lo embalsamó y le construyeron, en el panteón antiguo de Xalapa, un silla lujosa en lo que sería su tumba, parte del trato creemos, incluyó que cada año sus familiares acudían a la tumba para cambiarle la ropa al cadáver, pero llegó el momento en que decidieron darle sepultura.
Eso ocasionó que todas las noches los vecinos de la zona de la calle 5 de febrero escucharan en galopar de un caballo dentro del cementerio, algunos cuentan que lograron ver dentro del panteón a Antonio vestido de charro y recorriendo el lugar, prácticamente como si viviera en él, ¿conoces el Panteón de 5 de febrero? ¿Has escuchado algunas pisadas o ruidos extraños?