Si eres de Veracruz o te gusta visitar el estado, seguro has tomado un café en la Parroquia. Si aún no lo haces debes ir porque te encantará.
No obstante, algo que quizá te resulte curioso es que muchas personas al pedir un lechero golpean su vaso con la cuchara, ya que solo les dan una carga de café. Al oír el tintineo otros meseros corren a tu mesa y te sirven la leche caliente con una habilidad quirúrgica y sin tirar una sola gota.
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Según la usuaria de Facebook y habitante del puerto de Veracruz, Susana Tinoco, este ritual del café surgió en la época que Veracruz usaba el tranvía como forma de transporte.
Narra que en su ruta diaria la máquina pasaba cerca del Café La Parroquia, a las 6 de la mañana. Al pasar en la calle 5 de Mayo con su tintineo, el dueño del negocio ordenaba a sus meseros que le llevaran un café al conductor. Su favorito era el “media carga cremoso”. Era algo que se repetía cada día hasta que… un día pasó otro chofer. El dueño del Café La Parroquia asombrado preguntó por aquel y le contestaron que había muerto a la una de la madrugada.
Lamentaron todos los meseros que el “amigo tintinero” había fallecido, por lo que todos de forma imprevista se pararon y comenzaron a golpear con su cuchara su vaso.
Ahora cada vez que un cliente pide un lechero y tintinean, los meseros cumplen el servicio y, muy en el fondo, recuerdan la memoria del tranvía y su amable conductor.