Diversas investigaciones muestran que el acoso público se encuentra entre las formas más frecuentes de violencia sexual y de género. Se trata de una manifestación que puede incluir acciones homofóbicas, transfóbicas y racistas, así como un comportamiento abiertamente hostil y agresivo.
Aún se sabe poco sobre quién acosa y por qué lo hace. Por lo general, el acoso es perpetrado por extraños, a menudo es fugaz y puede incluir comportamientos bienvenidos en otros contextos, como pedir el número telefónico de alguien.
En un trabajo reciente preguntamos a los participantes por qué creen que las personas (en su mayoría hombres) acosan a otros en el espacio público. Esto centra la experiencia y el conocimiento de las personas objeto de acoso.
Como era de esperar, los participantes dijeron que fueron acosados únicamente o de manera desproporcionada por hombres, lo que refleja lo que sabemos sobre la violencia de género en términos generales.
Sin embargo, algunos participantes discutieron haber experimentado acoso por parte de las mujeres, aunque por lo general esto estaba relacionado con el acoso no sexualizado, por ejemplo, el abuso racista, homofóbico o transfóbico.
Hubo menos acuerdo sobre qué “tipos” de hombres acosan. Por ejemplo, algunas personas dijeron que eran más comúnmente acosadas por hombres jóvenes, hombres mayores, hombres solos y hombres en grupos.
Se mencionaron factores como la edad, la raza y la clase al describir a los acosadores. Las "tradiciones" se identificaron comúnmente.
Algunos pensaron que los hombres de antecedentes culturales o raciales particulares eran más propensos a acosar, aunque otros enfatizaron que la mayoría del acoso que experimentaron fue por parte de hombres blancos.
Sin embargo, el enfoque en "tipos" particulares de hombres en algunas respuestas, como "tradies", "bogans", "viejos espeluznantes" y hombres de color, también proporciona información sobre quién es visto como más propenso a participar en el acoso.
Los participantes a menudo, sin darse cuenta, perpetúan las desigualdades de poder, como el clasismo y el racismo, en la forma en que describieron a los acosadores.
Es importante reconocer que estas no son cuentas "neutrales". Las percepciones de acoso están formadas por nuestra internalización de estereotipos y nuestras experiencias vividas. Esto es particularmente cierto cuando lo que “cuenta” como acoso puede ser muy subjetivo y depende del contexto.
Entonces, ¿por qué pensaron que los hombres acosan a otros en espacios públicos? Los participantes ofrecieron una variedad de explicaciones de por qué los hombres acosan. A nivel individual, los hombres que acosan a menudo se representan como "otros" o "deficientes" de alguna manera.
Términos como "estúpido", "espeluznante" y "perdedores" se usaban comúnmente para describir a los hombres que acosaban. Un participante dijo que "los hombres son simplemente asquerosos y eso es lo que hacen", mientras que otro pensó "eso es su escape de sus vidas de mierda".
Los hombres más jóvenes eran más propensos a ser descritos como "aburridos" o haciéndolo para reírse.
Dado que los hombres blancos, cisgénero y heterosexuales generalmente no experimentan acoso en la medida en que lo hacen las mujeres y las personas LGBT+, y generalmente no son socializados para temer por su seguridad en público, los participantes sintieron que los hombres no podían entender por qué sus acciones podrían ser una amenaza para las mujeres en espacios públicos.
Estas explicaciones tienden a "otros" ciertos tipos de hombres como "monstruos" desviados, o el acoso implícito ocurre como resultado de defectos de carácter individuales.
Los participantes vieron el acoso como una forma en que los hombres "ejecutan" su masculinidad y como una expresión de poder de género, junto con otras formas de poder relacionadas con la blancura y la heteronormatividad.
En otras palabras, el acoso proporcionó a los hombres una vía para expresar su poder sobre las mujeres y otros hombres (particularmente los hombres que no parecían estar haciendo su masculinidad “apropiadamente”):
Muchos participantes pensaron que los hombres acosan porque su comportamiento no tiene consecuencias:
“Porque es algo tan socialmente aceptable en este momento que la gente acosa a las mujeres y piensa que es como un cumplido […] Creo que muchos hombres en realidad no se dan cuenta de que lo que están haciendo es acoso”.
Las explicaciones de nuestros participantes sobre por qué los hombres acosan pintan un cuadro complejo y multifacético. La normalización de estos fenómenos requiere una atención urgente, por lo que ya no se excusa esta conducta.
* Académicas de la Universidad de Melbourne.
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