CATEMACO, Ver.– Brujos y chamanes se apoderaron de las calles de este municipio para realizar limpias y demostrar su poder, como parte del ritual del primer viernes de marzo.
Desde las 15 horas, los hechiceros se reunieron en las instalaciones del Centro Ceremonial "El Ahijado" , en donde alistaron sus vestimentas y amuletos para caminar con dirección al malecón. Para la noche se tiene programado un festival de magia y misticismo.
A su paso, hombres y mujeres que ejercen la brujería encendieron incienso para purificar el lugar e hicieron sonar caracoles para atraer las buenas vibras.
Las imágenes de Belcebú y de otros demonios no pasaron por alto, pues fueron levantados en alto por los hechiceros para demostrar que, según ellos, cuentan con el respaldo de las fuerzas obscuras.
La brujería de Catemaco es una de las principales atracciones para este municipio repleto de creencias, leyendas y supersticiones.
Catemaco es un poblado ubicado a un costado de un hermoso lago del mismo nombre, en la región de Los Tuxtlas, además de que es reconocido a nivel mundial por ser un centro ceremonial dedicado a la magia y a la brujería.
Actividades en Catemaco
Aquí suelen llegar turistas alemanes, franceses, estadounidenses y de otras naciones para ser testigos de la hechicería e incluso para pedir la intervención de las fuerzas oscuras, a través de los brujos.
Anoche se realizó la tradicional Misa Negra, en honor a Satanás. Durante la mañana y hasta esta tarde, las calles de Catemaco se han visto con pocos visitantes.
Sin embargo, de acuerdo con prestadores de servicios, para después de las 20 horas podrían llegar más turistas para disfrutar del espectáculo de los brujos y solicitar sus servicios.
La magia blanca y la magia negra conviven en Catemaco, pues mientras los brujos invocan a los demonios para ejercer su poder, los chamanes piden la intervención de las fuerzas de la naturaleza y de los animales para mediar entre el mundo ordinario y el de los espíritus.
Un lanchero de la laguna de Catemaco exhortó a los turistas a ser precavidos al momento de solicitar los servicios de algún brujo o chamán, pues dijo que no todos cuentan con el don.
En el malecón también hay comerciantes, que se dedican a la venta de recuerdos y amuletos con motivo del primer viernes de marzo. Otros más ofrecen bordados, frituras, dulces, bebidas y los tradicionales tegogolos.